Una de las sorpresas de la lista de inscritos del Ypres Rally era la de ver a Bruno Thiry con un Adam R2. El piloto belga, Campeón de Europa de 2003 con un Peugeot 206 WRC y habitual del mundial en la década de los 90 y principios de los 2000, con 52 años y tras 10 sin participar en un evento internacional, asumía el riesgo de subirse a un pequeño Adam R2 en la prueba de su casa.
Y la verdad, es que no lo hizo nada mal. Durante la primera etapa fue el más rápido de los Opel, rodando en la cuarta posición del ERC 2WD por detrás de los 208 R2 hasta que en el sexto tramo tuvo que abandonar por problemas mecánicos. Reenganchado en la etapa del sábado, llegó a rodar en la tercera posición hasta que volvió a abandonar.
Lo dicho, los viejos rockeros nunca mueren: