Jost Capito vuelve a la carga con sus ideas para «poner el WRC al mismo nivel de emoción de la F1«… Con todo lo excitante que es la Fórmula Uno, claro. Así que, antes de irse a McLaren, ha insistido en sus planes: dividir entre diez la ventaja del primer clasificado el último día para que esté más cerca de sus rivales. O incluso que éstos se coloquen por delante, por si no lo habíamos pensado: cómo ganar un rally «gratis» (bueno, casi). No sé a ti, pero a mí me parece una locura.
Capito no lo ve de este modo e incluso cree que esta idea es menos antideportiva, más natural que, por ejemplo, el actual orden de salida a los tramos. Y, sobre todo, está convencido de que aumentaría el interés de los aficionados. No, aún mejor: esta vuelta de tuerca tan rocambolesca conseguiría crear verdaderos fans de esta disciplina, según advierte. Permíteme mostrarme en desacuerdo: un «hachazo por el artículo 33» a los cronos no tiene nada que ver con los rallyes, así que alguien que se enganche a este deporte por algo tan ajeno a él… Sencillamente, busca otra cosa.
Tengo la sospecha de que los pilotos me darían la razón. ¿Jugarse la vida durante dos días para que el tercero, así porque sí, tu contrincante ‘te pase por encima’? ¿Por qué esforzarse, entonces? No, amigos, los rallyes no son esto. Cierto, algo hay que hacer para revitalizarlos, pero no cambiar su esencia. Menos mal que el Consejo Mundial de los Deportes de Motor rechazó la ocurrencia de Capito. Lo que me preocupa es… ¿hasta cuándo?