El polaco Robert Kubica no «entra en las quinielas» de Volkswagen (con su formación para 2015 ya anunciada) ni de Hyundai; el resto de los equipos no suelta prenda y él, tampoco… además, han surgido rumores sobre su vuelta a los circuitos, explica autosport.com. ¿Podría ser el Rallye de Gales el último en el Mundial para el polaco?
«No lo sé. Puede. Realmente, no sé qué estaré haciendo el año que viene», responde Kubica a esta pregunta. Fuentes cercanas al ganador del GP de Canadá en 2008 comentan que aún no está seguro del camino que quiere tomar, asegura la web británica.
Se especula desde hace tiempo con la posibilidad de que Kubica ya tenga ofertas sobre su mesa para volver a los circuitos en América y Europa, si bien él mismo aclaró a finales de 2013 que su compromiso con los rallyes debía ser a largo plazo para que mereciera la pena, pues sólo sería competitivo ganando experiencia. Pero lo cierto es que 2014 ha sido un año que el piloto de Ford querrá olvidar: ha tenido problemas en cada prueba del WRC excepto en Argentina, donde logró una sexta posición, su mejor resultado hasta ahora en esta temporada.
En este momento, su futuro en la especialidad está en entredicho, ya que ha trascendido que no está en negociaciones con ninguno de los equipos para 2015: no se encuentra en la alineación de VW ni de Hyundai, mientras que Citroën y M-Sport aún no han hablado con él. «No hemos comentado nada sobre la próxima temporada en el WRC; necesitamos saber qué quiere hacer Robert. Desde luego, estamos interesados en que siga con nosotros, pero debemos hablar sobre las posibilidades», comenta Malcolm Wilson, director de M-Sport.
Por su parte, el polaco no da pistas: «Estaré detrás de un volante, pero no sé dónde», asegura. Si realmente no lo sabe o se está haciendo el interesante es un dato que sólo él conoce… Aunque no creo que tenga muchos ases en la manga. Sin embargo, sí romperé una lanza por él en otro sentido: pasar de los rallyes a los circuitos es más sencillo que a la inversa; ahí tenemos el ejemplo de Kimi Raikkonen, al que no le fue mucho mejor que a Kubica. Y el finlandés tenía sus dos manos perfectamente operativas, mientras que una de las del piloto de Ford está tan dañada que procura ocultarla en todas las entrevistas, cada vez que hay cámaras cerca. Tengamos eso en mente antes de ir a los argumentos fáciles.