El Rallye de Alemania, donde algunos pilotos debutan sobre asfalto puro con sus coches actuales, presenta una serie de “desafíos” para los participantes que se resumen en estos cuatro puntos, apunta wrc.com:
Hinkelsteins. Estos pretiles, de dimensiones considerables, están firmemente anclados al suelo; bordean las carreteras de la zona militar de Baumholder y están diseñados para mantener los tanques de combate en las pistas de entrenamiento. Los pilotos se enfrentarán a ellos en la jornada del sábado; todos saben lo peligrosos que son: un impacto allí equivale, en la mayoría de los casos, a un abandono.
Baumholder. El ejército de los Estados Unidos utilizó en su día este terreno de instrucción militar, que una vez fue descrito como “el Safari de los rallyes de asfalto”. Bien, las carreteras no son tan duras como las de Kenia, pero sí es cierto que las pistas que rodean esta zona germana configuran los tramos de asfalto más exigentes de la temporada. Para que te hagas una idea, hay áreas anchas y lisas, con adoquines y bloques de hormigón en las cunetas. Una fina capa de tierra cubre el piso: si está seco, es resbaladizo; si está mojado, traicionero.
Viñedos. Las especiales de esta zona son muy estrechas y rápidas. Las rectas están unidas por horquillas cerradas que suben y bajan laderas. A menudo, las viñas sobresalen sobre la carretera, por lo que es difícil identificar de un vistazo los puntos de entrada y salida de las curvas. Pocos pilotos se han librado de un susto aquí…
Meteorología. También puede desempeñar un papel clave en la prueba. A finales de agosto podría haber temperaturas elevadas o fuertes lluvias… o un poco de cada, lo que significa el “más difícil todavía”. En estas condiciones es muy complicado medir la adherencia del asfalto y hay que tener en cuenta que las estrechas carreteras ofrecen un margen escaso para el error.