Un boicot fue evitado «por los pelos» en el Rallye de Suecia: la mayoría de los pilotos tuvo la impresión de que no se le había consultado lo suficiente sobre la comprometida situación meteorológica, recoge autosport.com. De hecho, muchos de ellos siguen dispuestos a obstaculizar el desarrollo normal de algunos tramos si creen que su seguridad está en juego.
En tierras nórdicas, los equipos improvisaron una reunión a las 6 de la mañana el viernes, antes de que comenzase la primera etapa, y decidieron dirigirse directamente a la segunda especial del día, evitando la de Torsby en señal de protesta. Pero este movimiento dramático se frustró cuando Hayden Paddon votó en contra de esta medida de presión.
Los pilotos van a organizar un nuevo encuentro antes de la siguiente prueba de la temporada (México), pero los oficiales de la FIA (Federación Internacional de Automovilismo) están preparados para trabajar con ellos y evitar amenazas similares.
Sebastien Ogier y Kris Meeke se erigieron en portavoces durante las reuniones previas a la cita sueca. Cuando fueron ignorados, tomaron la decisión de ir más allá y no disputar el primer tramo. «No es normal que no se nos consulten estas cosas. Debemos llevar a cabo más asambleas en el futuro y asegurarnos de que tenemos nuestro sitio en estas discusiones, con al menos uno de nosotros trasladando nuestro punto de vista a estos encuentros», ha comentado el francés a Motorsport News.
Finalmente, el itinerario revisado y acortado del Rallye de Suecia se completó sin incidentes, pero Meeke aseguró que los participantes se mantenían firmes en su resolución. «Hemos de hacer esto de la forma correcta. Si no estamos contentos, necesitamos una forma de expresarlo; no queremos que nos lleve a una situación embarazosa en la que evitemos parte de una prueba… Pero estamos preparados para echar mano de este tipo de acciones otra vez», afirma.
La frustración de los pilotos se remonta al Rallye de Australia del año pasado, cuando protestaron por enfrentarse en la oscuridad a especiales repletas de polvo en suspensión. «Hablé con la FIA en Suecia y me dijeron que debíamos exponer nuestras preocupaciones antes del evento. En Australia, mandamos 25 emails desde que el itinerario fue revelado, unos tres meses antes de la carrera. No ocurrió nada. Pasaron de nosotros y, cuando nos íbamos de allí, nos dijeron que en 2016 haríamos tres tramos nocturnos… Llegados a este punto, hay que parar», añade.
El norirlandés también tiene la impresión de que el aspecto comercial de los rallyes se ha impuesto al puramente deportivo (un lince, el amigo Meeke). «Hace diez años, esta prueba habría sido cancelada y en esta ocasión no se ha hecho por el dinero que hay en juego. Es lo que dicta las normas ahora. Nadie entiende que correr sobre esos neumáticos cuando ya no tienen clavos es una pesadilla, especialmente con las velocidades que se alcanzan en Suecia. Tenemos la sensación de ser marionetas que lanzan frente a las cámaras de televisión para hacer negocio», reflexiona. Duras palabras, pero no es la primera vez que se pronuncian. ¿Valdrán de algo?