La posibilidad de aumentar tu ventaja al frente de la clasificación del Mundial de Rallyes está muy bien… Pero si, además, tienes la opción de igualar o batir varios récords y añadirlos a tu palmarés, mucho mejor, ¿no? Esto es lo que le ocurre a Sebastien Ogier, que llega a la cita de este fin de semana con grandes expectativas, recoge wrc.com.
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Para empezar, si ganase el Rallye de Argentina, completaría una racha de seis victorias seguidas, «empatando» con las marcas de 2005 y 2008 de Sebastien Loeb. Además, Francia adelantaría a Finlandia como país con más triunfos en el WRC y Ogier llevaría a su colección un trofeo que todavía no tiene: la prueba sudamericana es la única del calendario en la que aún no ha subido al escalón más alto del podio.
Sin embargo, el galo advierte que estas jugosas recompensas no van a distraerle de su cometido principal: un nuevo título. «Es agradable estar en esta situación, pero no voy a correr en Argentina con estos récords en mente. Son la guinda del pastel, pero para mí es más importante pensar en el Campeonato», ha explicado a la web británica.
«Finlandia ha dominado esta especialidad desde el principio, pero en los últimos once años Loeb ha hecho un trabajo increíble para alcanzarlos. Desde 2012 yo también he logrado buenos resultados y ahora los dos países estamos empatados. Estaré orgulloso y feliz si logro situar por delante a Francia, pero, pase lo que pase, creo que esta lucha se alargará mucho tiempo», comenta.
Ogier ha participado cinco veces en el Rallye de Argentina y ha sido segundo en dos ocasiones. La última fue el año pasado, cuando dañó un neumático y finalizó tras Jari-Matti Latvala. «Estaría bien ganar esta prueba, la única que me falta, pero será muy complicado. No estoy excesivamente preocupado por ello, creo que ha sido más mala suerte que otra cosa». Y todos sabemos que si al francés se le ponen las cosas de cara…