Ajá, tenía yo ganas de hablar de esto… Ya que la penalización a Kris Meeke me parece una de las más absurdas de los últimos tiempos. No sacó nada cortando en esa curva y le cayó un minuto y un segundo que le retrasó un puesto. Con este castigo no se beneficiaba nadie: Mikko Hirvonen (Ford Fiesta RS WRC) fue quien heredó su posición, pero estaba a más de 1′ de Andreas Mikkelsen, tercero entonces con su VW Polo WRC, por lo que no representaba una amenaza para el noruego. Éste ganó la tranquilidad de quitarse de encima un perseguidor muy molesto, cierto: fue el único que sacó ventaja de la situación. Pero la prueba perdió uno de sus principales focos de interés.
Yves Matton, director del equipo Citroën, va más allá y afirma a wrc.com que si la sanción (a una acción que no reportó ningún beneficio al «infractor», insisto) no se hubiera aplicado, Meeke podría haber acabado en el podio. Estaba a 1,5 segundos de la tercera plaza y la pelea con el noruego era muy bonita. Tras la penalización, recuperó el cuarto puesto en el tramo siguiente, pero Mikkelsen ya era inalcanzable. «No sé si Andreas habría elegido los mismos neumáticos para el primer bucle del domingo si todavía hubiera tenido que luchar; siempre nos quedará esa duda, pero estoy seguro de que Kris habría finalizado tercero. Si nos fijamos en los cronos que estaba marcando y descontamos el castigo, creo que habría terminado a 30 o 35 segundos del primer clasificado», asegura Matton.
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Para más «inri», se da la circunstancia de que el propio Mikkelsen protagonizó un incidente similar en el Rallye de Polonia, sólo que en esa ocasión se saldó con una reprimenda de los comisarios, 5.000 euros de multa y la amenaza de exclusión si volvía a pasar. Ante esto, Matton afirma: «No haré ningún comentario sobre la penalización a Kris, aparte de decir que ante hechos similares, las decisiones de los comisarios no son coherentes, pero esto es así; no hay nada que podamos hacer. Únicamente espero que si vuelve a suceder, tengan un poco más de congruencia cuando tomen las resoluciones», añade.
Ahí tengo que estar de acuerdo con él: más coherencia evita la locura en pilotos y equipos. Ojo, no abogo por dejar impunes acciones no reglamentarias, ni mucho menos, pero sí que actos similares tengan los mismos castigos. Esto es más que recomendable, básicamente porque lo contrario va en contra del deporte y de este espectáculo. Y los mayores perjudicados, como de costumbre, son los aficionados.