Yo sé que no va a hacerlo… o es lo que apunta la lógica -si es que hay alguna en este deporte de locos-, ya que la dictadura de los VW es férrea. Pero en algún momento la todopoderosa escuadra alemana fallará, dejará de ser una excusa para los demás y, si eso ocurre en Gales, Kris Meeke (Citroën DS3 WRC) debería ser quien estuviera ahí para plantar cara -el propio Sebastien Ogier lo ha señalado alguna vez como su amenaza-. Lo digo porque estos días se ha hablado mucho de Elfyn Evans y de todo lo que se espera de él, pero creo (y sabéis lo mucho que me gusta Evans) que a quien hay que exigirle una buena actuación «en casa» es a Meeke.
Cierto, su experiencia en esta cita no es reciente (no participa aquí desde 2011, aclara wrc.com, cuando terminó cuarto al volante de un Mini John Cooper Works WRC), pero gracias a su andadura en el campeonato británico de la especialidad conoce bien las trampas escondidas en este tipo de pistas embarradas -también Evans, ojo, mucho más «piloto local» que Meeke, ya que los tramos pasan prácticamente delante de la puerta de su casa-. El mismo Meeke admite: «El Rallye de Gales es el que tengo más cerca de mi ciudad natal en el Mundial; de hecho, disputé mi primer rallye, el Bulldog, en estos bosques, así que conozco bien la región. Me encanta el ambiente, la tradición de la carrera, incluso el olor del barro», añade.
A pesar de que su actuación en las pruebas de la primera mitad de la temporada ha sido bastante irregular (y eso siendo generosos), no podemos olvidar que tiene cuatro podios este año y que ha peleado con el Polo R WRC de Ogier en varias ocasiones. ¿Es esto suficiente para asegurar su continuidad en Citroën? Aún no se sabe, pero de momento ha competido en el Rallye du Condroz junto al director del equipo, Yves Matton, lo que da idea del «buen rollo» que hay en la formación. Ahora pueden darse dos escenarios: que sepa que su futuro allí está casi garantizado y vaya a por la victoria sin ningún tipo de presión… O que desee ganar a toda costa para demostrar que merece seguir estando en la escuadra gala.
Suma a eso una gran motivación: ningún británico ha vencido en esta prueba desde 2000, cuando Richard Burns logró el primer puesto, explica wrc.com. Además, Meeke tendrá el apoyo de su público: «He disfrutado mucho de mi primera temporada completa en el Mundial y correr en Gales será la guinda del pastel. Sería genial terminar el año con un resultado positivo. Sé que voy a contar con el ánimo de muchos aficionados a los que les encantaría verme ganar; voy a dar lo mejor de mí para adquirir experiencia, aunque creo que el objetivo realista es el podio». Si él lo dice… pero todos sabemos cuánto se altera la sangre al comenzar la cuenta atrás en la primera especial.