Desafortunadas palabras las de Sebastien Ogier al finalizar el Rallye de Portugal… Pero no exentas de razón. El francés pareció dejar claro que se considera el mejor piloto. La verdad, muchos de nosotros pensamos lo mismo, ¿no?
Te pongo en antecedentes de los hechos: el galo terminó segundo en la prueba lusa, por detrás de Jari-Matti Latvala, su compañero de equipo. Y se subió al techo de su Volkswagen Polo R WRC en el último tramo para celebrar… ¿la segunda plaza? ¿Los tres puntos extra del Power Stage? Preguntado por este comportamiento, su respuesta fue, según recoge wrc.com: «Sé que es un día feliz para muchas personas porque parece que es aburrido que seas el mejor y que siempre ganes tanto, pero este fin de semana no ha ganado el mejor y aun así ha sido fantástico para mí». Ahí es nada. En principio, las frases no tienen desperdicio. Carnaza pura si se quieren sacar punta.
Como Ogier es el primero que sabe lo que pueden dar de sí estas palabras, esa misma tarde las aclaró, comentando que en ningún momento había querido menospreciar el triunfo de Latvala. «Ya sabéis de mi frustración, siempre tengo problemas para controlarla, especialmente en un momento en el que aún estaba muy caliente. Siempre digo lo que pienso», añade. «Al final del tramo dije que era frustrante que el mejor piloto del fin de semana no hubiese ganado, pero también debo añadir que no es culpa de Jari que tuviera ventaja (por salir en una posición retrasada a las especiales). Así son las reglas, él hizo el trabajo que tenía que hacer y lo hizo muy bien, especialmente el domingo, cuando corrió al máximo para mantenerme por detrás. Así que tengo que felicitarlo, a él y a Mikka». Estoooo… Muy bien, pero no suena precisamente a disculpa. Y posiblemente, tampoco lo pretenda. Ogier es el mejor y lo sabe. A veces tendría que trabajar su diplomacia, eso sí.