Todo empezó cuando Jakob Vöckler, de 21 años, apostó en el programa de televisión alemana «Wetten, das…?» que podría escalar la pared de un parking de varios pisos y volver a bajar invirtiendo menos tiempo que Sebastien Ogier, quien haría lo mismo… pero llevando su VW Polo R WRC por la rampa del aparcamiento. Y el galo perdió, pero por la mínima.
Ogier serpenteó con el coche a velocidad récord, llegó a la azotea, completó un recorrido ratonero allí y volvió a bajar, mientras Vöckler subía por la fachada, cruzaba el tejado (explica wrc.com) y emprendía el descenso de nuevo, llegando unos segundos antes a la barrera de salida.
«Le doy la enhorabuena a Jakob. Ha sido algo nuevo pilotar atravesando un parking para intentar ganar una apuesta, me he divertido mucho», aseguró el bicampeón del mundo de Rallyes.