Eso espera Malcolm Wilson, director de M-Sport. Ott Tanak, ya lo sabes, sufrió un aparatoso accidente en el Rallye de México: cayó a un lago con su Ford Fiesta RS WRC y rescatarlo fue una odisea. Las bromas con «TiTanak» y las fotos con gafas de buceo quitan hierro al asunto, pero ahora toca volver a subirse en el coche. Wilson cree que no habrá efectos a largo plazo y que no pensará en el siniestro cuando esté tras el volante dentro de cuatro días, en el Rallye de Argentina.
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«Estoy seguro de que no veremos efectos adversos; piloto y copiloto han tenido tiempo de descansar entre ambas pruebas y eso ha sido de vital importancia. Además, hicieron algunos kilómetros tras el accidente, así que estarán listos para la cita», comenta Wilson.
En su opinión, Tanak y su navegante, Raigo Molder, tienen capacidad suficiente para dejar atrás la caída al lago gracias a su fuerte carácter y al apoyo que han tenido de todo el equipo. «Ambos saben que confiamos en ellos al 100%; sé lo importante que es esto. Molder es muy positivo, así que ha sido de gran ayuda: la última cosa que quiere un piloto es notar que quien va a su derecha tiene un poco de miedo. Para alguien que se ha visto nadando en un lago con sus notas y un lápiz en la mano, es notable», comenta.
No deja de tener razón, desde luego. Quizá para cualquiera de nosotros sería difícil volver a pisar a fondo al meternos en el coche. Pero los pilotos están hechos de otra pasta…