Todavía vamos a hablar de la posibilidad de que los pilotos se jueguen las posiciones en el tramo final… y lo que nos queda en las próximas semanas: se espera que en septiembre se anuncie el formato definitivo de este despropósito, que, si nadie lo remedia, comenzará a aplicarse en 2015. Las últimas propuestas, según explica autosport.com, ya no incluyen a los dos primeros clasificados echando poco menos que a cara o cruz la victoria, sino a los tres primeros. Ahí es nada.
Lucharían por el cuarto puesto los pilotos comprendidos entre la cuarta y la sexta plaza; por el séptimo, de la séptima a la novena… Y aún entrarían en esta lotería los participantes de la décima a la 12ª posición, para “sortear” entre ellos quién cierra el “Top Ten”. Si esto saliera adelante, pagaría por ver la cara del encargado de regular el desarrollo de este tramo.
Por supuesto, Oliver Ciesla, promotor del WRC, espera que la evolución constante de esta idea (él la llama así) asegure una buena acogida: “La gente quiere un desenlace impredecible, que el resultado se mantenga abierto lo máximo posible y es lo que estamos intentando resolver: ¿cómo podemos garantizar algo así después de tres etapas y un recorrido de 300 kilómetros? ¿Cómo encontrar un formato tan excitante que el público lo vea hasta el final?”, se pregunta. Y mi duda es: ¿de qué clase de público estamos hablando? Porque los aficionados que merecen la pena y hacen grande este deporte suelen quedarse hasta el final, pase lo que pase.
“Cada 15 días damos pasos en la dirección correcta; se trata de un trabajo muy parecido a una operación; tratamos de acotar la cirugía a un punto clave sin causar daños colaterales. Queremos evitar un incremento en la complejidad del formato y pretendemos que los pilotos vean un sistema justo (anotación de la autora: poned aquí la ‘carita’ del whatsapp que os parezca más adecuada)”, continúa Ciesla. Y añade: “Si conseguimos eso, habremos logrado el objetivo de aumentar la emoción”.
El promotor del certamen admite que las discusiones originales trajeron confusión y discordancias, pero eso ha hecho emerger algo con lo que está contento: “No es un gran cambio (aquí pongo otra cara del whatsapp, justo la que te estás imaginando), pero incrementará la necesidad de ir ‘con el pie a tabla’ desde el inicio del rallye. Las primeras propuestas incluían muchos de los ya mencionados daños colaterales, pero estamos reduciendo cada vez más los efectos secundarios de esta operación. Ahora tenemos un amplio consenso entre los ‘accionistas’”, añade. Ajá. ¿Y entre los aficionados? ¿A alguien se le ha ocurrido preguntar su opinión?