Golpeó una enorme roca mientras disputaba la primera jornada del Rallye de Finlandia e inmediatamente supo que algo iba mal. Pero la necesidad agudiza el ingenio, dice el sabio refranero, y Elfyn Evans dio buena muestra de ello: una llave inglesa le sirvió para evitar el abandono, cuenta a wrc.com.
- Camino a Jyväskylä, día 3.
- Camino a Jyväskylä, día 2.
- Camino a Jyväskylä, día 1.
- De copiloto con Hayden Paddon en el Hyundai i20 WRC.
El piloto de M-Sport era sexto en su Ford Fiesta RS WRC el viernes por la mañana, cuando sufrió el incidente en el tramo de Ouninpohja. «El coche siguió yendo bien, así que así que mantuve el ritmo. Con el tiempo, debido a los saltos, el brazo de la suspensión se rompió. Cuando llegamos a la meta, la horquilla trasera derecha se partió por la mitad; la rueda se movía hacia todas partes en el arco», ha comentado a la web británica.
Elfyn Evans, Rallye de Finlandia 2015.
Había seis especiales sin asistencia, por lo que Evans y su copiloto, Daniel Barrit, empezaron a imaginar cómo arreglar la pieza con las pocas herramientas que llevaban en el vehículo. «Nuestro juego contiene cuatro o cinco llaves y algunas bridas… La llave fue la primera solución que se me vino a la mente, así que cogí la más grande y la sujeté al brazo con las bridas. En realidad, ya había usado este ‘truco’ anteriormente para fijar un engranaje», explica.
«Teníamos que volver a repararlo tras cada tramo, fue una tarde larguísima con la rueda ‘colgando de un hilo’… Pero aun así pudimos ir bastante rápido y no perdimos mucho tiempo. Hicimos todo lo posible por llevar el coche a la asistencia… y lo logramos», añade. Fueron 85 km cronometrados con la llave en el eje. Ya lo decía mi padre: no hay nada que no pueda arreglarse con bridas y cinta americana…