No tiene suerte Volkswagen en la prueba «de casa», pero aun así se lleva un triunfo… si bien hay que esperar un poco para celebrarlo. Cierto, el ganador en el Rallye de Alemania ha sido Thierry Neuville, que logra no sólo su primera victoria en el Mundial, sino también la primera para el equipo Hyundai (y, de paso, el belga se saca la espinita del año pasado en esta misma prueba). Por si fuera poco, la formación coreana firma el doblete con Dani Sordo, al volante de otro i20 WRC. Es de justicia reconocer sus méritos -especialmente el de Neuville, que venía de un aparatoso accidente en el shakedown el jueves- y así lo hizo VW, que formó un pasillo de honor para los vencedores: los aplaudieron y lanzaron confeti. Estaban decepcionados por no haber conseguido el triunfo en su «tierra natal» (también Alemania es patria de Hyundai, cuya sede está en Alzenau), pero ya habían echado cuentas. Y, con los números en la mano, resulta que el campeón del Mundo de Rallyes 2014 sólo puede ser uno de los pilotos de Volkswagen.
Efectivamente, las opciones matemáticas se reducen a Sebastien Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikelsen, autor del primer podio del equipo en tierras germanas… que, paradójicamente, se siguen resistiendo a la conquista: Alemania es el único rallye que Volkswagen no ha ganado todavía. Es más; los abandonos de Ogier y Latvala ponen fin a una racha de 12 victorias consecutivas del equipo.
Pero si algo caracteriza este deporte es que la decepción suele durar poco: pilotos y escuadras se centran rápidamente en las causas de los fallos para analizarlas e intentar que no se vuelvan a repetir. Después, con ánimos renovados, afrontan la siguiente cita. VW no es la excepción: no ha podido dejar sentenciado el certamen de Marcas en Alemania, como era su intención, pero sabe que el título llegará en Australia. Un poco más tarde de lo previsto, pero todo se ceñirá al guión establecido. El triunfo de Ogier tendrá lugar, salvo desastre, en Alsacia -aunque me encantaría que la emoción y, con ella, las esperanzas de Latvala, se alargasen un poco más- y, mientras tanto, felicitan y celebran esta victoria de Hyundai, de la que aquí también nos alegramos: ya teníamos ganas de ver otros uniformes en lo más alto del podio.
No quería terminar sin comentar la actuación de Elfyn Evans (Ford Fiesta RS WRC), cuarto en la clasificación general de la prueba y ganador del Power Stage. Lo de siempre: sin los abandonos de los líderes no estaría ahí -tampoco Neuville, ni Sordo el año pasado, si nos ponemos así- pero hay que saber aprovechar estas circunstancias sin ponerse nervioso y sucumbir a la presión (que se lo digan a Latvala… y sabéis que yo lo defiendo a muerte). Evans se quedó a menos de seis segundos de Mikkelsen, tercero, y le sacó casi siete a Mikko Hirvonen, con el mismo coche. Eso no es sólo suerte.