Pues es lo que te queda si eres uno de los pilotos que va a participar a partir de mayo en la DMACK Fiesta Trophy del Campeonato del Mundo de Rallyes. Downsizing le llaman los entendidos en la materia; «aprieta la cilindrada y aprovecha el turbo para andar casi lo mismo y emitir menos», es lo que se traduce de ese palabro tan extendido en el sector del motor desde hace unos años y que ahora empezamos a ver con verdadera fuerza en muchos modelos de calle. Y ojo, porque lo que viene a corto plazo es para a levantar ampollas a más de un purista de algunas marcas de prestigio (berlinas de vecino rico con motores de tres cilindros y cosas por el estilo…)
Tras algunas temporadas con el manido 1.6 litros atmosférico, M-Sport ha decidido llamar a la puerta de Ford y desarrollar conjuntamente la versión R2 de su Fiesta sobre el prestigioso y enano 1.0 tricilíndrico turbo, apellidado EcoBoost: una especie de motor-molinillo que en los modelos de serie alcanza un rendimiento soberbio. De hecho es un propulsor premiado como el mejor en su cilindrada durante varios años e incluso fue noticia durante su puesta de largo en 2012, pues se realizó sobre un monoplaza Fórmula Ford que alcanzaba prestaciones -y sobre todo consumos y emisiones… aquí está la clave- que no dejaban de sorprender. Entre otras hazañas se apuntó un 7:22,82 en la vuelta rápida a Nürburgring.
Todo ello se resume en que no dudéis ni un solo segundo de que la nueva versión R2 del Fiesta, que rondará los 190 CV, será mejor que su predecesora… esperemos que también fiable, amén de que pretenda ser un guiño más o menos ecológico de un deporte muy criticado en este sentido y una apuesta de futuro. Eso sí, al contrario que en la F1 aquí parece que el sonido no se ha estropeado con el paso a la era turbo. Ese timbre de V6 serrado por la mitad y ensuciado a su paso por el escape puede que no termine de desagradar a los aficionados…
Elfyn Evans, piloto de la casa, se ha dado una vuelta con uno de estos nuevos modelos, y el vídeo en youtube ya corre como la pólvora.