El equipo germano ha centrado las novedades de su Volkswagen Polo R WRC en la fiabilidad; es su objetivo antes de la primera prueba del Mundial de Rallyes 2016.
Para empezar, el subchasis delantero se ha fortalecido, al igual que los brazos transversales del eje trasero para las especificaciones sobre tierra. Los pistones del motor también tienen cambios, pero mínimos: el propulsor es prácticamente el mismo que se empleaba el año pasado.
«Los rivales no se han dormido y han modificado sus vehículos para la nueva temporada. Nosotros también, por supuesto», comenta Jost Capito, director de la formación alemana. «Hemos realizado pequeños ajustes, mejoras muy detalladas que harán el coche campeón del mundo aún mejor», añade.
«Se debe tener en cuenta que el reglamento del certamen sólo permite algunas variaciones en un período de homologación. Gracias a esta estabilidad, es posible luchar por el título durante varios años con el mismo vehículo, llevando a cabo únicamente cambios menores. Ésa es nuestra meta en 2016», afirma convencido.
El VW Polo R WRC volverá a estar pilotado por Sebastien Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen. Al subirse en su «máquina de trabajo» en el próximo Rallye Montecarlo, verán los cambios en el exterior: las aletas delanteras son de color blanco, lo que da la sensación de aumentar su anchura y agresividad.