Han tenido que pasar muchos años, tantos como treinta, para que un Porsche vuelva a estar presente en una edición del Circuit of Ireland Rally, ahora puntuable para el ERC.
El retorno del poderoso coupé germano se produce -la duda ofende- de la mano del preparador que actualmente está en boca de muchos pilotos y aficionados de todo el continente: Richard Tuthill. El hecho tiene la suficiente relevancia como para que el afinador británico no deje de aprovechar la ocasión para hacer ruido con esta noticia, en una prueba que, además, lleva semanas tratando de agitar a la afición y demostrar que sus miras pueden ir más allá de un campeonato europeo. Y es que los Porsche, como en otros rallyes y países, tienen un pequeño rinconcito en el corazón de muchos seguidores irlandeses… y aquí también ha funcionado la tradición oral y los recuerdos de infancia para dejar huella.
Lo curioso del asunto es que a los mandos del Porsche que encarna esta atractiva historia de reencuentros se va a poner Robert Woodside, hijo de Ian Woodside (y no estamos en la Tierra Media, aunque de paisajes van servidos en Irlanda) ganador de este rallye en 1963 a los mandos de un Austin Healey. Más aún: su copiloto, Allan Harryman, es hijo de Terry -vale, perfecto ¿y?- también navegante de Ronnie McCartney y Paddy Hopkirk, quienes lograron victorias en el Circuit entre 1964 y 1967.
Con semejantes antecedentes, tanto para la marca y modelo como para el equipo, no es de extrañar la atención mediática y los muchos recuerdos que brotan de la memoria. De lo primero se ha encargado el diario Belfast Telegraph, quien ha tirado de hemeroteca para dar lustre a esta bonita historia. De lo segundo, los recuerdos, el propio Robert asegura tener muy presentes algunas imágenes de su infancia: «crecí viendo los Porsche 911 ganando rallyes irlandeses. Además, ¿quién puede olvidarse de Henri Toivonen y Billy Coleman en los Porsche de Rothmans de los años 80?»
Woodside y Harryman emplearán en la edición 2015 del Circuit la unidad GT3 con la que Fraçois Delecour lidera provisionalmente la Copa FIA GT. «Probando este coche a principios de año en las carreteras irlandesas he entendido el porqué de ese entusiasmo de los aficionados con las apariciones que han tenido los Porsche hasta la fecha en el WRC. Es espectacular y corre como un misil!» ha reconocido quien tendrá oportunidad de ponerse a los mandos de este vehículo dentro de pocos días.