Y de rotaciones. El WRC 2016 pasará a la historia (sin haber comenzado todavía) como un Mundial plagado de «experimentos»… a la espera de que en 2017 las nuevas normas sienten unas pautas más sólidas para pilotos y equipos. Casi da la sensación de que las formaciones no van a molestarse en hacer grandes alardes, echando el resto el año siguiente, el de la revolución, el cambio, el de los coches que pueden revitalizar el certamen atrayendo más «fieles» gracias a las disposiciones técnicas que regirán entonces.
Toyota ya desarrolla su Yaris WRC en base a ellas, aunque, tras el rechazo de Kris Meeke a su oferta, lo que no tiene claro es los representantes con los que podrá contar para su esperado regreso a la disciplina. Porque volver a un escenario de tantos éxitos para la marca sin un piloto de renombre podría ser visto como un «fiasco»… Pensemos en la responsabilidad que tiene la escuadra, ya que debe ofrecer un vehículo competitivo que brille en las manos adecuadas. Sacar de la ecuación uno de los dos elementos desluciría bastante la rentrée más esperada de los últimos tiempos.
En una situación parecida se encuentra Citroën, que abandona el Mundial por un año para centrarse en 2017, ya con nuevo coche y conservando a Meeke. Para que el norirlandés no «pierda comba», ha sido incluido en un programa parcial que le permitirá estar en las pruebas europeas del campeonato en 2016, mientras desarrolla el próximo vehículo de la marca.
No es una mala opción. Cada equipo elige la suya y tanto Hyundai como M-Sport han escogido fórmulas similares. Ambos han pasado una temporada sin pena ni gloria y, para ahorrarse sinsabores la que viene -e intentando maximizar sus posibilidades de puntuar- van a rotar sus asientos entre varios pilotos. ¿Que el rallye es de asfalto? Pues subimos al especialista en esta superficie a la formación oficial. Los coreanos sostienen que todos sus representantes tendrán las mismas opciones de lograr tantos para no dañar sus oportunidades en el certamen, pero eso está por verse, ya que las posibilidades de conseguir un buen puesto en la clasificación al volante de un coche del «equipo A» no son las mismas que en uno del «B», me temo.
Así las cosas, los únicos que no varían su planteamiento son los chicos de Volkswagen, que mantienen sus tres vehículos (pese a los rumores que apuntaban en sentido contrario tras el escándalo de las emisiones), su programa completo, sus jornadas de test y el desarrollo del coche de 2017. Cierto, también cuentan con el poderío económico suficiente para hacerlo. Pero ese proyecto sin grietas, con unas normas de actuación claras, es lo que volverá a llevarlos al éxito. Sin experimentos. No los necesitas cuando sabes cuál es tu objetivo y te apoyas en los pilotos más sólidos para seguir fielmente el camino marcado.