La conferencia de prensa post-evento, un sitio reservado a los mejores, sólo a los que alcanzan el podio. En el caso del Rallye Montecarlo, a los maestros. Y allí está Anders Jaeger, que apenas cuatro días antes era «el nuevo», el copiloto que acababa de sentarse al lado de Andreas Mikkelsen. Bien, pues este rookie maneja la situación como si le fuera muy familiar. No está nada mal para el único navegante de la «cosecha» actual que puede presumir de haber ganado tramos y haber finalizado segundo en su primera prueba de la máxima categoría de la especialidad. Y en la más importante de la temporada, además.
Jaeger parece relajado en esta tesitura. No es de extrañar, teniendo en cuenta el tornado en el que se ha visto envuelto desde diciembre: apenas ha tenido tiempo para pensar en otra cosa que no fuera preparar esta cita, pero ahora hay un momento de calma. Mikkelsen está encantado oyéndole hablar. Jost Capito, director del equipo Volkswagen, también. Mikkelsen comenta: «No podríamos haber elegido un rallye más complicado para empezar a trabajar juntos». «Bueno, en alguno había que comenzar», responde su copiloto.
El podio no es fruto de la casualidad; hay una ingente labor detrás. ¿Cómo se ha preparado para las velocidades mucho más altas que hay en el WRC? «Con 400 horas de vídeo al año». Empezó con esta clase de entrenamiento hace un par de temporadas. Los noruegos ven una media anual de 800 horas de televisión, ¿por qué no utilizar algunas de ellas para trabajar?
Jaeger es un luchador y ya está esperando sus nuevos retos. Por ejemplo, ninguno de los navegantes actuales del Mundial ha logrado su primera victoria absoluta en su segunda cita en «primera división». La próxima es el Rallye de Suecia, con tramos en su Noruega natal. No estaría mal, ¿verdad?