Hay que mantener el ritmo entre los parones más o menos largos que se producen en la competición oficial, y siendo uno piloto irlandés y contanto con tramos tan espectaculares -y complicados- como los que hay en su país natal, Craig Breen no pierde oportunidad de disputar pruebas locales para mantenerse en forma.
Claro, uno es británico y en el paraíso de los Ford Escort en todas sus variantes Mk no queda otra que subirse a uno de estos vehículos para hacer manos… y sobre todo recordar de qué va aquello de mirar por la ventanilla lateral, sentir una conducción lo más mecánica y directa posible y, por supuesto, medirse a coches parejos con otros pilotos igual de combativos.
Una de las últimas participaciones de Breen, piloto oficial Peugeot en el ERC y algunas pruebas del WRC2, tuvo lugar el pasado fin de semana dentro del Mark 2 Challenge (no hay que explicar mucho de qué va) en el Carlow Stages Rally. Una prueba en la que, como él quería, se encontraban los pilotos top de los Escort Mk2 y contra los que Craig tendría que enfrentarse dominando una versión con motor 2.5 Milington. Sin duda un buen aparato, propiedad de James Coleman -Suirway Group-, al que no estaba acostumbrado. «He corrido en otras ocasiones con la versión de 2 litros de James, pero en esta ocasión él lo hizo con esa versión y yo con la más potente».
Desgraciadamente una mala elección de neumáticos complicó en exceso el arranque del rallye en el que, no obstante, el equipo no fue más allá del tercer tramo. Craig Breen y su copiloto, Andy Hayes, tuvieron que poner pié a tierra al quedar atascado el acelerador.
Os adjuntamos una on board que se corresponde con otro rallye (motor 2 litros)… pero que demuestra que Breen disfruta mucho con este tipo de coches como forma de entrenamiento