Estos días se habla del futuro del Campeonato de España de Rallyes y sobre la dirección que éste debería emprender. Desconozco si la decisión está ya tomada, pero esta es mi opinión.
A nadie se le escapa que que Campeonato ha ido perdiendo fuelle, se impone una reestructuración que traiga nuevos aires y permita recuperar posiciones de antaño. A mi modo de ver, dichos cambios pasan por asentar el campeonato sobre tres pilares fundamentales.
1. Promoción
Es vital que el Campeonato se promocione en los medios de masas como la televisión. La reciente experiencia del programa De Rally presentado por Santi Cañizares demuestra que entre el público hay hambre de rallyes en la TV y por tanto hay mercado. Entiendo que una de las labores de cualquier Federación es la de promocionar el deporte que auspicia, por ello desde el estamento federativo se debería empujar para que exista una cobertura decente en televisión.
En estos momento tenemos más cadenas que nunca, por lo que no debería ser complicado encontrar el hueco y promocionar la creación de un programa en el que no haya que pagar por salir. La presencia asegurada en TV facilitará a los equipos, organizadores y a la propia Federación el encontrar patrocinadores para sus proyectos.
2. Control de costes
Se impone una reducción de los costes de participación de los principales protagonistas de las pruebas. Por reducir costes no entiendo el eliminar un día de reconocimientos, algo que podría ir en contra de la seguridad de los nuevos pilotos, si no de los costes fijos en los que incurren tanto pilotos como organizadores. Derechos de calendario, licencias, sistema GPS, cronometraje, coches R,… hay muchos gastos que pueden reducirse o directamente abrir los servicios a la libre competencia.
Soy consciente de que algunos de los costes forman parte de los ingresos de la Federación, pero esa reducción puede compensarse con la llegada de un patrocinador tal como indico en el punto anterior. Ese patrocinio del Campeonato permitirá reducir los costes, e incluso, aportar premios en metálico a los ganadores de cada prueba.
3. Competitividad
El discurso sobre el tipo de coches a usar es el menos relevante, aunque los pilotos siempre querrán tener la mayor potencia y el menor peso posible, lo importante es que exista igualdad mecánica para que se pueda decir que gana el mejor. Al igual que todos sabemos que hace falta un WRC para ganar un Mundial o un S2000 para ganar un IRC, en el Nacional debería optarse por un categoría y no usar el método actual de intentar contentar a todos, igualando por arriba en una espiral sin salida.
Quizá como país no tengamos capacidad económica para correr con WRC, este año todos los aspirantes al título se quejaron de la falta de presupuesto. Por ello es posible que haya que dar un paso atrás. Otros ya lo han hecho, esta semana conocíamos la noticia de que el Campeonato Británico de 2012 se correrá con coches de 2RM (R1,R2 y R3). Puede ser una opción, aunque quizá para aprovechar el parque español se deberían incluir también los S1600 y los coches Gr.N estrictos.
Lo hemos visto en el WRC, muchos pusieron el grito en el cielo con el paso de los coches de 2 litros a los actuales 1.6. Pero no pasó nada, más bien pasó mucho: mayor competencia y nuevas marcas interesadas en el Campeonato. Con coches más baratos, los jóvenes pilotos de nuestro Campeonato tendrían más opciones a plantar cara a los ya consagrados. El incremento en la competencia traería más competitividad, pelea y con ello, espectáculo.
Ha llegado el momento de hacer un reset y actualizar el Campeonato de España a una nueva versión.