El Rallye Lleida-Pirineus, que inauguraba el Nacional TT 2017, tuvo que ser suspendido debido a una intensa nevada, como puedes apreciar en la foto que acompaña esta noticia. Todo comenzó con la habitual ronda de verificaciones administrativas y técnicas, para disputar posteriormente la prólogo, en la que se tomó contacto con el terreno y los vehículos. Hasta ahí, nada hacía sospechar la que se venía encima… nunca mejor dicho.
Acabada la etapa, el clima empeoró de forma notable. Lluvia intensa primero y nevada generosa después, dejo toda la zona con un manto blanco de difícil gestión incluso para los más mínimos desplazamientos. Paró de madrugada, pero al amanecer continuó. Pese a los esfuerzos de la organización por tener el mayor kilometraje del recorrido practicable, el hecho de garantizar asistencia médica ante cualquier eventualidad de los participantes resultaba a todas luces imposible. Podrás estar de acuerdo o no con la suspensión de la carrera, pero, ante la seguridad de los pilotos, creo que la decisión admite poca controversia. Así, los Comisarios Deportivos resolvieron dejar la clasificación de la etapa prólogo como la definitiva de la prueba.
El mejor de la EVO Cup fue el Mitsubishi Montero de Josep Solé-Laura Díaz, quienes además se clasificaron primeros de prototipos nacionales y undécimos absolutos. Inmediatamente después otro Montero, el de Gerard Subirats-Daniel Cámara, ratificando las buenas prestaciones del modelo. Los terceros de la monomarca fueron Shanti Guridi-Elixabette Otegui, con un Mitsubishi L200 en el puesto decimoctavo. Los tres equipos mostraban su decepción por no haber disputado la jornada larga, en la que basaban su actuación deportiva por su ritmo constante y la fiabilidad de sus monturas.