Se acabaron los experimentos conservadores: el constructor francés va a arriesgar en el desarrollo de su Citroën C3 WRC ante 2018. Si recuerdas (y si no, Autosport nos refresca la memoria), no participó de forma oficial en el Mundial de Rallyes 2016 para centrarse en el progreso del coche nuevo, adaptado a las normas que rigen este año. Pero no ha obtenido el éxito que esperaba: de momento, México ha sido su única victoria, con Kris Meeke en el primer puesto.
Cómo conducir el Citroën C3 WRC. Vas a flipar
Eso ha obligado al equipo a reconsiderar su estrategia en varias áreas, especialmente en las referidas a la amortiguación y la manejabilidad del C3 WRC. Yves Matton, director de la escuadra, ha confirmado a la web británica que ya trabajan en los objetivos del año que viene. “Estamos deseando que llegue 2018: es ahí donde nos centramos ahora. Aunque sabemos que debemos asumir más riesgos y colocar nuevas piezas en el coche con menos tiempo para validarlas. No es la forma correcta de hacer las cosas; se trata de la primera vez que obramos así, pero es lo único que podemos hacer si queremos cumplir los plazos para el inicio de la próxima temporada” explica.
Así, la empresa de suspensiones Ohlins trabaja de forma más estrecha con la formación gala; ésta ha reemplazado a su director técnico, Laurent Fregosi (el hombre detrás del diseño del Citroën C3 WRC, que permanece en la compañía, pero con otro cometido), por Christophe Besse, relacionado con los primeros éxitos de la marca en la disciplina.