Nada más entrar en el parque de trabajo llamaba la atención el nuevo motorhome del equipo Suzuki-Repsol, es envidiable el compromiso de la marca con los rallyes. Ojalá otras marcas tomaran nota y se involucrasen de la misma forma.
También vimos a mucha gente con las camisetas amarillas de Suzuki, unas camisetas que permitían el acceso gratuito al parque de trabajo.
Otra buena iniciativa de la marca fue dirigida a los niños, la mascota Suin y su juego de la oca permitió a los más pequeños disfrutar en el rallye e ir formándose en conceptos de seguridad vial, algo que se acompañaba con el Manual del Pequeño Aficionado a los Rallyes. Muy buena acción, sin duda.
Por Ferrol vimos a Benito Guerra, el piloto mexicano estaba en Galicia por sus negocios con Ya Car para llevar los Car Cross a Mexico y se acercó a ver el Rallye de Ferrol. Guerra manifestó interés por participar en el Campeonato de España de Asfalto en 2015.
Un grupo de investigación de la Universidad de Vigo, estuvo por el parque de trabajo y los tramo haciendo encuestas a los asistentes. El objetivo de las mismas era el de medir el impacto económico del Rallye en la ciudad de Ferrol y su entorno.
En lo deportivo señalar la primera etapa de la prueba, 69,67 kilómetros de tramos sin ninguna asistencia entre ellos. Un auténtico reto de características mundialistas, difícil, que trajo de cabeza a los pilotos pero que aquellos que lo lograron superar se mostraban satisfechos de ello. Alguno calificaba la etapa «de homes (de hombres)».
En Ferrol vimos a Roberto Rendal, un piloto esporádico, su última participación fue un Rally de Narón de 2012 con el 306 Maxi de Senra, en esta ocasión contaba con el 208 R2 de AR Vidal con el que finalizó tercero de la categoría y decimosexto de la general.