La historia es poco común para un irlandés: fue sobre un lago helado escandinavo que Craig Breen pilotó por primera vez un coche de rallyes, durante un curso de pilotaje que sus padres le regalaron por Navidad cuando tenía 15 años. Luego, sobre el hielo sueco, el piloto de 28 años disputó en 2014 su primera carrera al volante de un WRC, antes de llevar por primera vez los colores de Citroën Racing en la edición de 2016 de esta clásica prueba nórdica. De ahí le puede venir el gusto por este verdadero templo del derrapaje, donde hasta ahora su mejor puesto fue un quinto lugar en 2017.
El equipo no solo ha conseguido su cuarto podio con el C3 WRC, sino que también sigue ocupando la tercera posición en la clasificación del campeonato del mundo de constructores. Con solo 9’’3 de ventaja sobre el tercero en la salida del último día, Craig Breen aseguró su segundo puesto en la especial de Likenas (21,19 km), aumentando primero 1’’ y después 3’’1 sobre su rival, para presentarse en la salida de la última especial (9,56 km) con 13’’4 de ventaja. Scott Martin fue un testigo privilegiado.
«La primera especial del domingo fue determinante. Sabíamos que Likenas nos iba bien, a Craig le gusta mucho, y ya fuimos muy bien en 2017. Las condiciones de la nieve eran perfectas. La mitad del recorrido es extremadamente rápido, y es en este tipo de especiales donde estábamos más a gusto este fin de semana. Sabíamos que si no teníamos un fallo, los tiempos debían salir. Desde el habitáculo no parecía que fuéramos al máximo, Craig tenía un ritmo muy bueno que mantuvo hasta el final. Estaba a la vez concentrado y relajado. Esta primera pasada nos tranquilizó, sabiendo que podíamos contener a Mikkelsen«.