Que Robert Kubica va a acaparar la mayor parte de la atención en la cita de su país está claro. Sin embargo, hay quien va más allá y piensa que puede aspirar a una plaza en el podio… ¿No te convence esta teoría? En wrc.com analizan tres razones por las que ven posible una gran actuación del polaco.
Apoyo del público: Kubica es un ídolo de masas en su tierra natal. Lo fue desde que llegó a la Fórmula Uno y, aunque no vuelva a la disciplina, sus compatriotas son sus fans incondicionales. Así, tiene el apoyo asegurado en los tramos de Masuria, donde se verán cientos de banderas rojas y blancas con el nombre del piloto ondeando al viento. Ese respaldo puede llevarle hasta el podio, sí, pero también puede espolearle de tal forma que se le olvide la precaución mostrada en las últimas carreras. Y los números dicen que un Kubica «desatado» suele acabar en la cuneta… Aunque ya sabemos que las estadísticas están para romperse.
Velocidad: el Rallye de Cerdeña ha sido crucial para el polaco, ya que se vio dominando las condiciones -bastante difíciles, por cierto- de la cita y llevó su Ford Fiesta RS WRC hasta la quinta plaza el sábado. Cierto, después chocó contra una piedra, rompió la suspensión del coche y bajó a la octava posición, pero él mismo admitió que en Italia había sido la primera vez que había disfrutado en una prueba sobre tierra; se encontró con confianza.
Planificación: desde que llegó a la sede de M-Sport, escuadra responsable de su coche, Kubica ha impresionado al equipo con su meticulosidad, su atención a los detalles y su hambre de triunfos. Hay muchas expectativas puestas en él ante la prueba de «su casa» y esa presión se nota: el polaco ha anunciado que no estará disponible para entrevistas durante la rueda de prensa previa al rallye. Concentrarse es la prioridad…