No ha habido muchas sorpresas en el Rallye del Bierzo y las cosas han discurrido más o menos dentro del guión esperado en esta prueba que, para algunos, ha servido de ejercicio de retonificación antes de volver al Campeonato de España de Rallyes de Asfalto; para otros ha permitido seguir haciendo kilómetros de prueba y, en general, a todos les ha dado la oportunidad de disfrutar con los rallyes en una época en la que se piensa más en playa que en otras cosas.
El equipo Mitsubishi, por aquello de la cercanía geográfica de su preparador RMC, estuvo al completo y marchó con ritmo militar de principio… y casi hasta el fin, porque Alberto Monarri se quedó a las puertas de sumar un segundo puesto al romper el motor en el penúltimo tramo del día (Lillo-Valle Fornela 2); justo el mismo en el que el madrileño marcaba su primer scratch.
Quien no tuvo más contratiempos que los habituales de frenos y demás cosas en estas pruebas era Cristian García. El piloto maño y sólido líder del Nacional de Rallyes mandó de principio a fin y sólo cedió uno de los mejores cronos parciales (el que fue a parar a manos de su compañero de equipo). En general, ambos Evo X corrieron mucho en esta cita; muestra de ello es la espectacular rebaja de segundos que consiguieron entre las dos pasadas del tramo largo: Corrullón-Sobredo, de 27 km.
Sea como fuere, Cristian toma así impulso antes de un Rallye Princesa de Asturias que podría ser clave en el desenlace del Campeonato de España de Rallyes; muy de su mano pero al que le falta el remate final.
Por lo demás, el abandono de Monarri permitía a Félix Macías, a espaldas de los Evo oficiales durante toda la jornada -fue sombra del madrileño en el arranque del rallye- ascender al segundo puesto, y a Alberto San Segundo subir al podio.
La retirada en el parque cerrado final de Francisco Javier Ferrero permitía ser cuarto a Amador Vidal, a quien por primera vez el equipo Suzuki le daba la oportunidad de ponerse a los mandos de la que ha sido su ocupación laboral durante los últimos meses. Vidal pilotaba así el Swift R+ en un nuevo test en el que se ha comprobado que poco a poco se están puliendo los fallos de juventud y todo marcha en orden. No se buscaron más objetivos pues el propio piloto de Vimianzo reconocía falta de ritmo de carrera para mejorar sus tiempos en esta cita.
Entre los dos ruedas motrices, victoria para el local Ángel Rodríguez y buenos cronos para el líder de la Copa Dacia Sandero, Javier Bouza, que aquí salía con el Peugeot 206 que habitualmente ha empleado en el Campeonato Gallego. Javier Pardo se quedaba en el camino ante el temor de rotura de motor en su Peugeot 208 R2.