El Dakar 2016 cuenta con interesantes novedades en su itinerario… que traen, a su vez, muchas sorpresas en lo deportivo. Están pensadas, sobre todo, para hacer honor a la navegación y a las jornadas maratón; ambas definen la carrera por etapas más dura del mundo. Así, se intenta primar los valores de un raid: brillarán los participantes que hagan gala de regularidad y resistencia, y también aquellos que posean mayor habilidad leyendo el libro de ruta. A fin de cuentas, esto es el Dakar, amigos.
- En la categoría de motos, lo habitual es que el ganador de la jornada pierda su ventaja al día siguiente, al tener que abrir pista. Sin embargo, hay cambios: al igual que ocurre entre los coches, los diez primeros afrontarán la especial con tres minutos de separación; así, los mejores navegantes pueden, incluso, aumentar esa diferencia.
- Se ha intentado romper estrategias con un nuevo formato de salida en la etapa Belén-La Rioja (el día 13 de enero), que cambia su nombre por el de «súper especial de Fiambalá«. Se trata de la segunda parte de la jornada maratón para las motos y quads; con la intención de «poner sal» a la carrera, los organizadores cogerán los resultados del día anterior: los diez mejores entre los vehículos de dos ruedas, los diez mejores coches y los cinco mejores camiones saldrán mezclados, con tres minutos de intervalo entre cada uno de ellos. Así, de forma inédita, los primeros en las tres clasificaciones correrán juntos. Si había alguna táctica establecida… mejor olvidarla.
- Las etapas maratón están pensadas para poner a prueba la gestión de los esfuerzos a largo plazo. Si un piloto tiene esta cualidad, deberá demostarlo en San Salvador de Jujuy, donde habrá un parque cerrado para los vehículos al que ni siquiera podrán acceder los participantes; no veíamos esta norma en el Dakar desde 1998. Teniendo en cuenta que las asistencias estarán camino de Bolivia, más vale que no haya un problema serio…
- Habrá una segunda etapa maratón con el formato habitual, en la que los pilotos sí podrán hacer los habituales ejercicios de mantenimiento y reparación de sus vehículos. Durante las dos jornadas de Belén a La Rioja, tendrán que recorrer 1.000 kilómetros (560 de ellos, cronometrados) de forma relativamente autónoma.
- Evidentemente, en el Dakar es fundamental la navegación, saber «leer» correctamente el libro de ruta. Con el fin de compensar la ventaja de aquellos equipos con un mejor software de cartografía, la localización de las especiales se ha mantenido en secreto de forma voluntaria. Así, hasta la distribución de dichos libros de ruta (lo que se hace el día anterior a la etapa correspondiente), sólo se comunican los kilómetros de enlace.
- Para premiar la orientación, la ubicación de los way points (puntos obligatorios de paso) escondidos ha sido separada -en parte- de la creación del libro de ruta. ¿Qué se consigue con esto? Que la experiencia adquirida durante años sirva de poco, ya que estos WP deberán buscarse casi por instinto, realizando una interpretación muy atenta, pero también libre, de las indicaciones.