Etapa maratón para retomar el pulso tras el descanso forzado de dos días en el Dakar. La carrera inicia así su actividad con dos jornadas de competición en las que, si la cagas bien cagada, estás prácticamente perdido. Especialmente si los problemas se producen en la etapa de hoy.
Con estas bazas se la juegan todos; los Peugeot, que copan las tres primeras posiciones, y el Toyota Hilux de Nani Roma que, mira tú por donde, es el mejor clasificado de la marca japonesa tras el abandono de Al Attiyah y con un Giniel de Villiers que no termina que estar arriba y rueda en octava posición con más de una hora de diferencia con respecto a su compañero de equipo.
La realidad está demostrando que ni los Peugeot estaban, hasta el momento, en tanta desventaja con respecto a los Toyota con las nuevas bridas de admisión, que el recorrido de este año no está poniendo las cosas fáciles a nadie y que ¡todavía queda una semana de competición!
Al ritmo que llevamos de acontecimientos todo puede pasar, a favor o en contra del piloto de Folgueroles y de sus rivales los todopoderosos Peugeot. Cinco minutos entre primer y cuarto clasificado es una minucia. Mikko Hirvonen, quinto tras perder tiempo en la navegación de la última etapa disputada, ya está a 42 minutos de Peterhansel, zorro del desierto que ha dejado al resto partirse los cuernos los primeros días para situarse tranquilamente en el liderato de la prueba. No va a arriesgar lo más mínimo; la fiesta de correr como en el WRC no va con él y lo saben todos.