– Oye Marcos, ¿cuánto te ocupan las notas del rally Rías Baixas de este año?.
– Espera, déjame contar…
En ese momento el hermano y copiloto de Pedro Burgo abre su bolsa (ese tesoro que todos los navegantes guardan con siete candados y atado a un rottweiler) y entre bolígrafos, papeles de todo tipo y biodraminas logra rescatar el abc de los rallyes: un fajo de varias libretas… cuatro o cinco, la verdad es que no lo recuerdo porque con mi asombro perdí la cuenta.
Tuvimos que hacer una suma rápida. 43 por aquí, 30 por allá, 25 de este otro tramo que es el mismo de 2010 (de ahí que tenga varios cuadernos con anotaciones)… finalmente la suma se va hasta las 155 páginas garabateadas (eso sí, con letra grande y clara) de ese jeroglífico incomprensible para el resto de los mortales y que ellos leen a la velocidad del rayo en tramo cronometrado.
Las de Pedro Burgo son unas notas muy completas. No hay más que buscar alguna de sus cámaras on board para descubrir que en zonas rápidas ve curvas donde aparentemente no las hay, que describe solo la carretera sin usar apenas referencias de otro tipo y que aglutina tantas notas por curva que el ritmo de «cante» de su hermano es frenético y en ocasiones estresante… haced la prueba con esta on board; aunque no lo queráis vais a contener la respiración mientras Marcos suelta una retahíla de indicaciones apurando al límite su capacidad pulmonar.
Haciendo un cálculo aproximado, las notas de Pedro y Marcos Burgo suponen en torno a medio kilómetro de tramo cronometrado en cada página escrita, «aunque hay ocasiones, en zonas muy reviradas, en que esa distancia puede ser incluso mucho menor» nos apunta el copiloto lucense.
Con tanto cuaderno, tramo y notas la organización es clave. Marcadores de colores para separar tramos cronometrados, letra clara y muy legible, numeración de página en orden regresivo para saber lo que queda de cronometrada… todo un sinfín de trucos que ayudan a no perderse.
Con todo, siempre existen excepciones que rompen la regla. De forma anecdótica, pues solo ocurrió en esa ocasión, la palma se la lleva Javi Anido, copiloto de Jesús Ferreiro en el Campeonato de España de Rallyes Históricos. En el Costa Brava de este año Javi tenía las anotaciones de un tramo repartidas en dos zonas de la misma libreta (para la segunda parte tenía que ir al final de la misma y girarla) ¡y en un segundo cuaderno!
Un lío del que salió airoso…