Cuesta decirlo cuando todavía queda mucha temporada por delante, pero los hechos lo están demostrando y a día de hoy Miguel Fuster ya tiene prácticamente un pie en el título del Nacional de Rallyes. Porque o mucho cambian las cosas o el alicantino puede empezar a hacer números -tanto con los puntos como con las pelas– para lo que resta de certamen, habida cuenta de la racha ganadora que está viviendo desde que cambió el Ford Fiesta R5 por el Porsche 911 GT3 versión 2010. Porque sí, también ha ganado en el Rías Baixas, curiosamente cuando esta prueba ha regresado al recinto ferial IFEVI para celebrar los podium de salida y llegada, y no en el centro de Vigo, como ya ocurrió en la edición 45ª, la de 2009… último año en el que venció aquí el alicantino.
La segunda etapa del Rallye Rías Baixas no ha sido más que la confirmación de que aparentemente a Miguel aún le queda un punto de reserva de acelerador si las cosas se complican, y mientras tanto corre pero sin asumir más riesgos de los necesarios; riesgos que sí asumen sus rivales directos en esta lucha que cada vez cobra más el valor de monólogo. Y en este grupo perseguidor de la pseudo-copa Porsche volvemos a destacar la figura de Iván Ares. Confirmado que las diferencias entre las versiones 2008 y 2010 de los Porsche GT3 no eran tantas como se quería hacer ver, estaba claro que el gallego aprovecharía las pruebas de casa para dar el verdadero do de pecho. Aquí lo intentó, pero unos reglajes poco adecuados en la primera etapa le retrasaron en la clasificación, o al menos no lo situaron en una posición más favorable para buscar otro tipo de gestas en la recta final de esta prueba.
Toda vez que Sergio Vallejo seguía la lógica de cualquier rallye, mejorando los tiempos en las segundas pasadas, y ya sin muchas posibilidades de dar caza a Fuster, la pelea del fin de semana por la segunda posición se formaba entre él e Iván Ares. Un continuo toma y daca que dejaba a los dos pilotos a cinco segundos de diferencia a falta de un tramo… y a ¡cinco décimas! al final de la prueba, con ventaja para Ares quien sigue ganando muchos enteros en la clasificación general del Campeonato.
Mientras tanto, Pedro Burgo decidía descolgarse del grupo de cabeza en este segundo día de carrera. Pese a las buenas sensaciones tras el Rallye Sierra Morena, la realidad de los tramos gallegos ha vuelto a colocarle en una extraña tesitura en la que no termina de coger el punto a su coche. Y si a eso unimos la falta de marcha atrás, la rotura del freno de mano y de la tercera velocidad, es lógico pensar que finalmente optase por acabar, sumar los puntos y esperar mejores circunstancias.
Tampoco pudo Jonathan Pérez mantenerse en el puesto que heredó tras el prematuro abandono de Alberto Meira. Problemas en su Evo le hacían ceder no solo esa plaza sino también la victoria en la Evo Cup y la N Plus a Cristian García.
Entre los dos ruedas motrices estaba claro que a poco que Alberto Hevia cogiese el ritmo de carrera iba a ser decisivo en la categoría. Bonita la lucha que mantuvo con su compañero de equipo Suzuki Gorka Antxustegi, hasta que el vasco rompía un palier en su Swift S1600. Avería que dejaba solo al asturiano al frente de la clasificación y que obligaba a Gorka a remontar hasta la tercera posición en detrimento de Álvaro Muñiz y por detrás de Víctor Senra, protagonista de otro de los duelos calientes de la temporada por la victoria en la categoría R2.
Senra finalmente se quedaba en solitario al frente de la clasificación en este trofeo después del abandono de Esteban Vallín por salida de carretera. La clasificación se aprieta aquí; Ourense puede ser caliente en todos los sentidos.
Fran Cima se llevaba la victoria en la Clio R3T European Trophy y Víctor Pérez en la N3 con el Kia Pro Cee´d GT. Mientras tanto los locales Rubén Domínguez y Carlos Araújo se repartían los triunfos en Gr.A y N respectivamente. En este último caso ni Angel Panieceres ni Edgar Vigo pudieron puntuar: el primero por avería; el segundo tras sufrir una salida de carretera. Y Monarri? Bien, gracias. Los Dacia no guardan secretos para él.