Ya estaba casi decidido. La última vez que hablamos con Miguel Fuster nos dijo que estaba casi imposible para él conseguir ganar el campeonato y que no iba a ir a correr a Santander si Sergio salía líder de Llanes. Nos precipitamos todos y el otro día en Llanes se nos quedó cara de paisaje. Los hermanos Vallejo han peleado durante todo el año como jabatos, tanto dentro de los tramos, como fuera de ellos. No ha sido nada fácil llegar a donde están hoy. En el caso de Miguel, ha sabido demostrar que da igual el coche que pase por sus manos. Va a estar a la altura siempre. Pero el destino es caprichoso…
Subimos a ver el primer tramo y todo empezó con normalidad. Es más, Sergio fue el primero en pasar y fue capaz de poner a todo el mundo de pie a las 8:30 de la mañana, a mi incluida. El ataque era inminente y desde el principio. Lo mismo pasó con el paso por tramo de Miguel. Solo hicieron falta cinco minutos de rally para saber que lo íbamos a pasar en grande. Y entonces ocurrió. Los hermanos Vallejo, que no suelen tener problemas ni cometer errores, en una zona rápida se encuentran una piedra que les hace pinchar. La piedra que ha marcado el campeonato. Cambian la rueda a toda prisa y cuando reanudan la marcha, la rueda nueva sale disparada del coche. Sería por los nervios, pero algo no estaba bien sujeto y la rueda salió despedida hacia el monte. Veintisiete minutos de retraso en la general y todos con la boca abierta. No nos los podíamos creer. Creo que la frase que más escuchamos fue «no puede ser». Pues sí. «En una curva rápida perdí un poco. Se me acabó la carretera y me salí. Pero voy a sacar lo positivo, que es que al ritmo al que iba, en ese momento pensé que iba a ser un siniestro», nos dijo Sergio con el rally acabado.
Un siniestro no fue, gracias a Dios, pero si un hecho que le ha vuelto a poner un toque picante al campeonato. Ahora los dos pilotos están a 5,5 puntos de diferencia. Es decir, casi igualados. Esto significa que vamos a vivir dos rallyes, Santander y Madrid, llenos de emoción, y para más expectación, con la participación de otros pilotos que no habíamos visto este año como por ejemplo, Luis Monzón, que en Santander estará en los puestos de arriba y ayudará a bloquear puntos, o Yeray Lemes, que ayer publicaba que correría en Cantabria y que también va a hacer sufrir a los dos protagonistas de esta historia. Y no nos podemos olvidar de que Surhayen Pernía corre en casa… Vamos, que en el próximo rally de Santander, aunque haga frío, vamos a tener el ambiente de lo más caldeado…
Yo personalmente, no sabría elegir la apuesta segura. ¿Vosotros?