Hace tres décadas no existía ni internet, ni los teléfonos móviles, ni los comunicados de prensa apilados en la sala de prensa para saber lo que se estaba cociendo en una prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes. La información había que obtenerla directamente hablando con los pilotos, principales protagonistas, en las salidas de tramo o preguntándoles en las dispersas asistencias sitas en los enlaces: en el aparcamiento de una fábrica, en el jardín de un particular o junto a un picnic en el borde de un lago. Era eso o acercarse al jefe de prensa de turno aunque supieras que iba a llevar el agua a su molino, caso del inefable Franco Liistro de Lancia.
Hoy en día, la ubicación fija y única de los parques de asistencia no ha logrado otra cosa que llevarnos a todos al redil que han querido tanto los antiguos como los nuevos dirigentes del campeonato. Todos juntos como un rebaño, los pilotos repitiendo una y otra vez la misma canción, cambiando el orden de las frases, añadiendo alguna pequeña broma para que sus opiniones no resulten enlatadas como buenos profesionales de las relaciones públicas del siglo XXI que además son.
La FIA inventó no hace mucho los ‘Media Point’, un trozo de terreno al aire libre o a veces con techado para evitar el sol o la lluvia, justo antes de los controles de entrada a los reagrupamientos o asistencias, para que la prensa tuviera fácil acceso a las declaraciones y explicaciones de los protagonistas del campeonato.
Pero ese margen de tiempo, que puede variar de cinco a veinte minutos en función de la distancia del último, se ha convertido en una ‘verduleria’… . Nada más llegar frente a la pancarta del control algunos pilotos se toman su tiempo sentados al volante para refrescarse e incluso alguno parece que medite sus errores. Luego puede acercasen sus ingenieros a quien le cuentan todas sus desventuras para poder tener listo las piezas a sustituir o los reglajes a cambiar en cuanto aparquen su coche en la asistencia. Toca el turno del ‘utillero’: ‘¿Qué desea usted?, ¿agua?, ¿bebida energética?, ¿un sándwich de jamón y queso? ¿un plátano?’. Mientras tanto, por en medio se ha colado el técnico de las cámaras interiores o algún mecánico para recoger la centralita que revelará a los ingenieros todo lo que ha pasado en las entrañas del vehículo. Poco después será el turno del responsable de neumáticos y, quizá se acerque el jefe de equipo para interesarse cómo ha sido su actuación, felicitarle o anticiparle la que le va a caer en cuanto llegue al camión-oficina… .
Luego, quizá aburrido o simplemente por estirar las piernas, el piloto se bajará del coche… siempre que no se llamara Kimi Raikkonen… . El asistente de Prensa le tenderá una gorra para lucir la publicidad de la marca de neumáticos, mientras se ajusta el mono para salir bien arreglado en las fotos (algunos incluso desearían una sesión de maquillaje previa), momento en el cual una ristra de micrófonos se acercarán a su rostro esperando ansiosamente registrar sus palabras. ‘¡Alto!’, gritará con porte militar el (la) jefe de Prensa, incluso blocando a la masa como haría un jugador de los All Black: ‘aquí decido yo’. Por riguroso turno, primero la televisión del WRC (¡Ah!, ¿pero ya tenemos sustituto de la North One Sport?), luego la televisión del país originario del piloto a menos que alguna presentadora prima donna tenga dos poderosas razones y quede algún gentilhombre presente que le ceda el turno. Posteriormente, las declaraciones radiofónicas para la marca a la que representa y a continuación los ‘plumillas’, que en pequeños grupos con cuaderno de notas ristre en mano o minigrabadoras aguardarán que el piloto se dirija a ellos en una lengua que dominen. Todo eso mientras los parias, la clase más baja de la ‘sociedad’ sobre la que estamos hablando: los fotógrafos, intentan captar algún gesto expresivo sea en la distancia con un teleobjetivo o con un gran angular sin mirar la mayoría detrás de sí mismos si está ‘robando’ la instantánea a un compañero….
Desde el parque de asistencia del 55º Rallye Acrópolis, en Loutraki, a menos de un kilómetro del canal de Corinto, en las tierras donde se desarrolló la cultura europea hace tres milenios, tengo claro que ha sido este mi último ‘Media Point’… .
Esteban Delgado
*Hiperfocal: Dícese de la distancia más corta a la que puede enfocarse un objetivo de forma que su profundidad de campo se extienda hasta el infinito.