El Rallye de Gran Bretaña, donde salen a darlo todo de nuevo los Toyota Yaris WRC, entre ellos el pilotado por Jari-Matti Latvala, se disputa por pistas forestales del centro y norte de País de Gales. En ausencia de lluvia, son pistas que se pueden recorrer a velocidades bastante altas, pero durante el otoño el ritmo se tiene que moderar por el barro, que puede hacer que el pavimento esté peligrosamente deslizante. La niebla e incluso el hielo pueden sumar dificultades al reto, sobre todo a primera hora de la mañana y a última de la tarde.
El rallye galés comenzó ayer por la noche, con un nuevo tramo con espectadores en el hipódromo Tir Prince, en el norte de la costa galesa, al este del parque de servicio, en Deeside. En el día de hoy contará con los tramos clásicos de Myherin, Sweet Lamb y Hafren, que se cubrirán dos veces con una sola zona de cambio de neumáticos entre las dos.
El sábado 28 será una jornada maratoniana, con nueve tramos que acabarán ya de noche. Cinco tramos más pondrán el cierre el domingo 29, con la Power Stage de Brenig como broche final.
Jari-Matti Latvala lo tiene muy claro: “Gran Bretaña es casi como mi segunda casa, ya que es allí donde inicié mi trayectoria y también donde corrí mi primer rally del mundial. Hay algunos tramos fantásticos, como Myherin y Dyfnant, y tengo ganas de volver a disputarlos. En los últimos rallys hemos tenido algunos problemas técnicos, pero estoy convencido de que el equipo ya los tiene totalmente controlados, y quiero acabar esta increíble temporada con dos buenas carreras. Los primeros rallys fueron todo un reto, pero quizás no tan exigentes para el vehículo como estas últimas carreras con las que cerramos el año, así que no dejamos de aprender cosas, ya que al fin y al cabo es nuestra primera temporada como equipo”.