¿Alguien esperaba algo diferente a este resultado? Bueno, sí, tratándose de un Jännerrallye donde la nieve y el hielo hicieron acto de presencia, un despiste podría ser fatal para el polaco Kajetan Kajetanowicz. Pero con la ventaja adquirida durante la primera etapa (ver crónica) estaba claro que prisas pocas y riesgos los justos… aún así, la diferencia final frente a un Robert Consani que optó por la estrategia más que por la velocidad pura (usó solo 8 neumáticos en todo el rallye) se incrementó hasta los siete minutos, ahí es nada!.
Está claro que lo de de Kajetan ha sido un carrerón en toda regla. Una forma inmejorable de empezar un año en el que el primer líder del ERC sigue pensando carrera a carrera, sin marcarse objetivos concretos; o eso es lo que asegura públicamente, porque muchos tienen claro que sus pretensiones, obviamente, son muy ambiciosas. Lo de 2014 no fue un espejismo, y tratándose de un piloto que ha destacado en tierra (también en nieve) a poco que afine esta temporada en el asfalto…
Y si el ganador destacó por su agresividad en el Jännerrallye, y el segundo clasificado por su táctica, el tercero a la postre se ha llevado el premio Colin McRae Flat Out por su arrojo en esta prueba austriaca. Alexey Lukyanuk (Ford Fiesta R5) fue protagonista de una gran remontada que finalmente le condujo hasta el podio. Perdió cinco minutos en el arranque del rallye al taponar el frontal de nieve y tener que parar para evitar el sobrecalentamiento del motor, y a base de grandes cronos logró arrebatar la tercera posición, in extremis, en el último tramo y por solo 20 segundos, al checo Tarabus (Skoda S2000).
Fischerienher, primer austriaco clasificado, lo hizo en quinto lugar con un Mitsubishi Evo IX al que sacó petróleo entre tanto R5 y S2000… bien es cierto que los 22 minutazos con respecto al ganador de la prueba dejan claro que no fue un camino de rosas para nadie.