El Rallylegend es un evento que deberías ir a ver, al menos, una vez en tu vida. La calidad y cantidad de ‘aparatos’ en el parque cerrado es tal que te volverás loco, en serio: ‘Deltonas’, Lancer Evo, Toyota, Subaru, Ford Escort… muchos de ellos, con los colores que llevaban Carlos Sainz y Luis Moya. Juha Kankkunen suele dejarse caer por allí, así como algunos de los pilotos míticos de la era dorada de este deporte. Y, precisamente, la edición de este año (en la que hay una inscripción cercana a los 140 coches) está dedicada a uno de los más carismáticos: Colin McRae.
Citroën no ha querido perderse la prueba, ya que el escocés formó parte de su historia, por lo que ha alineado un Xsara WRC que él mismo condujo. Por desgracia, su temprana muerte evita que le veamos entre sus ‘colegas’, pero al volante está Kris Meeke. Y el norirlandés se muestra encantado con esta oportunidad de llevar el vehículo que fue de su mentor: “Además de la parte emocional que tiene, siempre es divertido pilotar este coche. Data de 2003, pero todavía es muy consistente y seguro. Sobre todo, deseo que los aficionados disfruten y rendir homenaje a Colin. Yo era uno de sus mayores fans y me ayudó a mejorar y a entrar en el JWRC. Seguramente, es la persona a la que más le debo”, ha asegurado.
El domingo, cuando termine el evento, Meeke estará en la ‘Colin’s Parade’, un desfile de vehículos y pilotos en el que también participará el mismísimo Sebastien Loeb, con un C4 WRC.