Fue en 2013 cuando el equipo Volkswagen debutaba con el Polo WRC, que desde entonces no ha hecho más que dar alegrías al equipo alemán. El mismo año del début, no solo se proclamaban campeones del mundo de marcas, si no que el piloto francés Sébastien Ogier se llevaba también el título al mejor piloto del WRC. Este año ya van camino de llegar a lo mismo, pero lo que vamos a ver es como se despliega este equipo por el mundo cada vez que hay una prueba. Lo cierto es que llevar e instalar la asistencia de los tres coches más punteros del WRC por el planeta es toda una aventura, y hemos estado en el pasado Rally de Francia, para comprobarlo. Nuestro guía ha sido Luis Moya, que pasa allí la mayor parte del tiempo.
La asistencia del equipo Volkswagen Motorsport tiene dos divisiones: el kit transoceánico y el kit europeo. Según donde sea el rally, se utiliza uno u otro. Para el traslado transoceánico, se mandan contenedores con todo el material, incluidos los coches, que van en unos diseñados especialmente para ellos, y luego esos contenedores hacen las veces de oficinas durante el rally.
En este rally en concreto, la asistencia de Volkswagen estaba dividida hasta en tres partes. La carpa «multiusos», que se utiliza como comedor, área de descanso o lugar de celebraciones; la asistencia, propiamente dicha, de los tres Polo WRC, donde se realizan todas las labores mecánicas durante el rally; y las oficinas, donde trabajan los miembros del equipo (ingenieros, meteorólogos, prensa…). En el Rally de Francia estaban las tres. La única estructura que se utiliza en todos los rallyes es la de la asistencia (hay una en el kit transoceánico y otra en el europeo). Las otras dos dependen de la localización de la prueba y del espacio que haya en el parque de trabajo.
En Francia eran un total de 85 personas las que componían el equipo de trabajo de Volkswagen, desde los ingenieros, pasando por meteorólogos, técnicos, diseñadores, y llegando hasta los encargados y miembros del catering. Cada piloto dispone de su propio ingeniero y el mismo equipo está divido en dos. Sébastien Ogier (piloto 1) y Jari-Matti Latvala (piloto 2) forman el Team 1, y Andreas Mikkelsen (piloto 3), el Team 2. Por normas del reglamento, solo cuatro mecánicos pueden trabajar a la vez para un coche. Ocho se encargan del mantenimiento de los coches de Ogier y de Latvala, y cuatro del coche de Mikkelsen. Parece poco, pero entre dos mecánicos de Volkswagen son capaces de cambiar una caja de cambios de un Polo WRC en doce minutos. Imaginados lo que son capaces de hacer entre cuatro. Como curiosidad, en el Mundial el reglamento es muy estricto, y de estas 85 personas, no puede haber una sola a un kilómetro a la redonda de un Polo WRC que esté fuera del parque de trabajo, a no ser porque estén viendo los tramos.
Lo cierto, es que para ser la asistencia de un equipo campeón del mundo, el acceso que la gente puede tener a todo llama mucho la atención. Se ve muy de cerca y el público se puede aproximar con facilidad a las instalaciones. Le preguntamos a Luis Moya, nuestro guía de excepción, y su respuesta no solo fue muy clara, si no que además nos convenció: «Nosotros no somos la fórmula 1. Uno de los mayores encantos de los rallyes son la proximidad que la gente puede tener con el equipo y con los pilotos y por eso nuestras instalaciones son así».