No te descubrimos nada nuevo si te decimos que la campaña presidencial de Donald Trump ha estado marcada por su deseo de imponer mayores controles en los movimientos entre Estados Unidos y México. Precisamente, a ello se dedica con ahínco ahora que ya es el máximo mandatario del país más poderoso del planeta.
Esa política ha tenido un impacto directo sobre el peso mexicano, devaluándolo… y lo que quizá no sabías es que eso ha dado como resultado un incremento en los gastos a los que han debido hacer frente los organizadores del Rallye de México. Si sumamos la pérdida de Volkswagen como patrocinador principal del evento… efectivamente: ha estado muy cerca del desastre financiero.
Según Autosport, el director de la prueba, Patrick Suberville, ha negado que la celebración del rallye se pusiera en duda, pero sí ha dicho que la elección de Trump no ha ayudado en los preparativos: “La moneda perdió un 40% de su valor en una semana. La mayor parte de las cosas que utilizamos para la cita viene de Estados Unidos y, de repente, teníamos que pagar mucho más por ellas. El evento se ha enfrentado a problemas este año porque nuestro patrocinador principal dijo adiós tres meses antes de su comienzo. Pero el Gobierno nos echó una mano”, ha declarado al site británico.
Por ejemplo, el Ejecutivo apoyó el tramo en la plaza Zócalo, en la capital, que estaba a 400 km de la base del rallye, en León. Esto ha provocado críticas, debido a la logística que implicaba este largo desplazamiento y a lo tardío de la hora de celebración de la especial. De hecho, hubo que cancelar las dos siguientes, ya que los coches no llegaron a tiempo, atrapados en el denso tráfico de la ciudad.