¿Alguien lo dudaba? Estaba claro que iba a llegar tarde o temprano. Sebastien Loeb apenas ha necesitado una temporada para cogerle el truco al rallycross y lograr ya su primera victoria. Letonia, este fin de semana y en unas condiciones infernales, ha sido la cita encargada de subir a lo más alto al nueve veces Campeón del Mundo de Rallyes.
A falta de dos pruebas, el piloto galo pone así un gran broche a una temporada de adaptación en la que se ha mostrado muy regular con el paso de las mangas. De hecho actualmente ocupa la quinta plaza, por delante de su compañero de equipo Timmy Hansen. En los circuitos, con Citroën, se acostumbró a eso de apoyarse en las puertas de los rivales para trazar curvas y ganar posiciones; combinado eso con su amplísima experiencia en rallyes llega a una modalidad en la que el galo parece encontrarse a gusto y, probablemente, con las miras puestas ya en 2017. «Mi objetivo esta temporada era lograr alguna victoria y lo hemos conseguido. Además, en las dos últimas citas he sentido que estaba cerca de conseguirlo», reconocía un Loeb que ya empieza a enseñar los dientes.
¿Letonia?, un mar de agua en el que Sébastien se encontró como en casa. «La lluvia me ha recordado a mi época de rallyes, cuando corría con asfalto mojado. He sentido en todo momento lo que hacían los neumáticos y he tenido un buen feeling con el coche», el resto llegó rodado en una final en la que logró mandar con autoridad. Final a la que, después de muchas carreras consecutivas lográndolo, Petter Solberg no ha podido estar presente, dando un paso atrás en la clasificación general que domina Mattias Ekström. Con todo, todavía hay 60 puntos en juego, con lo que, en lo que respecta al título, todavía no hay nada matemáticamente decidido.