No nos referimos sólo a las críticas que ha recibido la prueba -que también-, sino, sobre todo, a los problemas que tuvo Mikko Hirvonen (Ford), quien desde la primera jornada supo que las notas tomadas durante sus reconocimientos eran “demasiado lentas”, según wrc.com.
El regreso al WRC del Rallye de Polonia ha contado con más sombras que luces, a tenor de las apreciaciones de pilotos y jefes de equipo: además del estado de las especiales (las lituanas se anularon), se han quejado de jornadas de 18 horas –Juha Kankkunen, Carlos Sainz o Tommi Makkinen, acostumbrados a las maratonianas citas en Kenia, seguramente dejarían escapar sonoras carcajadas al oírlo, pero los rallyes se están convirtiendo en esto-. Uno de los participantes, Hirvonen, tiene asimismo clavada “una espinita” muy personal: las notas que tomó en los reconocimientos.
Quizá fue un exceso de confianza, quizá falta de costumbre, ya que disputar prácticamente los mismos tramos año tras año puede tener como consecuencia, precisamente, errores al verse obligado a hacer notas nuevas. De las 24 especiales, sólo podía aprovechar la información de 3, las únicas que se repetían respecto a 2009, cuando ganó la prueba. Desde el primer día supo que algo fallaba.
Intentó arreglarlo, desde luego: el tiempo que no pasó tras el volante estuvo frente a un televisor, revisando una y otra vez los vídeos de sus reconocimientos. La luz de su habitación y la de su copiloto se apagaba cada noche a la 01:30 de la madrugada. “No estuve concentrado y la escala que tomé era totalmente desproporcionada, las notas eran demasiado lentas. Con mi experiencia, no debería haber realizado unos reconocimientos así. Sin duda, ha sido un toque de atención”, ha afirmado.
Quien sólo mire la clasificación final del rallye pensará que, aun así, la actuación de Hirvonen no estuvo tan mal, ya que llegó a la cuarta plaza. Pero, si investigamos un poco, nos daremos cuenta de que este puesto es debido a los abandonos de sus rivales. “Nos aprovechamos de que otros pilotos tuvieron problemas y cometieron errores”, ha reconocido el finlandés. “A pesar de todo, estamos contentos con el resultado”, añade. No es para menos: hay que saber estar ahí cuando fallan los demás…