Los aficionados ya saben que Carlos Sainz y el Rallye de Portugal van indisolublemente unidos: el debut del español en el WRC tuvo lugar, precisamente, en esta prueba. Por ello, no dudó en celebrar el 30º aniversario de este hito disputando el famoso tramo de Fafe, de nuevo con Luis Moya a su lado.
Sainz y Moya no compiten juntos de forma regular desde hace 15 años, como recuerdan en wrc.com. Pero volvieron a reunirse, en esta ocasión en un Peugeot 208 T16 R5… aunque fue Antonio Boto quien ganó junto al madrileño la primera especial del evento luso, allá por 1987. Moya llegó un año después para formar uno de los equipos más sólidos y reconocidos de todos los tiempos en esta disciplina.
Más allá de sus sensaciones deportivas, Sainz tuvo la oportunidad de disfrutar del espectáculo que suponen los WRC 2017, que el español defiende: “Me gusta la nueva fórmula, pues siempre he apostado por más potencia. En los últimos años de mi carrera en los rallyes, sentía que los coches podían tener más. Ahora muestran un buen rendimiento, así que creo que la jugada es buena”, añade.
De todo lo que ha visto… ¿qué es lo que más ha gustado a Carlos Sainz en el Rallye de Portugal? Atento a su respuesta, aunque quizá la imaginas: “Sebastien Ogier fue realmente impresionante. Supo leer muy bien la prueba: comenzó abriendo pista el primer día, lo que es una desventaja, pero manejó su posición con eficacia”, explica.
“Hyundai también está mostrando un buen potencial. Probablemente, Citroën necesita trabajar un poco más en la puesta a punto de su suspensión sobre tierra y el Toyota precisa algo más de trabajo, pero está claro que, tras una pausa de 17 años, son muy rápidos”, analiza Sainz. Y si él lo dice, yo lo apuntaría.