La ausencia de carreras es lo que tiene. Todos se agarran a un clavo ardiendo. Y si ese clavo encima es del tamaño de Sébastien Ogier, pues tenemos noticias, rumores y desmentidos durante tiempo. A buen seguro que M-Sport (y Ford) habrán sacado buenos réditos publicitarios durante estos largos días desde que Volkswagen anunció su retirada del WRC.
Pilotos top vacantes y un mercado que se agitó más que la F1 han animado a la prensa y webs dedicadas al sector durante un buen período; el suficiente para hacer de puente entre el final de la campaña 2016 y el inminente Dakar, tras cuya resaca llegará el ansiado Monte-Carlo.
Han sido días de noticias en cascada. Y nos explicamos. Alguno de los medios históricos de referencia, con fuentes y acceso a los implicados, filtra algún detalle de una aproximación entre equipo y piloto, y al segundo corría en tromba por las redes sociales, rebotando la buena nueva como el eco al fondo de un valle. Que si Ogier ha probado un Toyota, que si el Ford Fiesta, que si hay vídeos de ambas, que si podría quedarse en Volkswagen con apoyo de Red Bull, que si Al Attiyah tiraría de cartera para pagar la fiesta y quedarse con todo…
Mientras tanto, y a la sombra del pluricampeón de rallyes galo, las imágenes del nuevo Fiesta han corrido como la pólvora en internet… y las de la versión WRC aún más. Sospecho que las versiones ST de este compacto van a repuntar en ventas a partir del próximo año, y eso es algo en lo que Ford habrá sido o debería ser muy consciente. Porque el número 1 en las puertas de tu coche sólo se consigue con mucho esfuerzo o tirando de talonario.
Lo reconozco, nos pueden los rumores y chascarrillos. Los se dice, se rumorea o se ha visto, con los que nos entretenemos en las largas semanas que separan una temporada de la siguiente. Y lo mismo vale para el WRC como para el Campeonato de España de Rallyes y los distintos certámenes autonómicos. Lejos de la mayor o menor responsabilidad o profesionalidad –forzada por esa falsa obligación de instantaneidad de internet- a la hora de dar estas informaciones, lo cierto es que la audiencia también necesita su ración de se dice para mantener viva la llama en medio de turrones, uvas y compras navideñas. Porque si no la hay enseguida se busca… o se intuye, se crea y se tergiversa, y es aquí cuando la afirmación pierde su valor noticiable.
Es más, en ocasiones incluso a los propios implicados en la película les interesa que se hable de ellos, dejando caer migas de pan en distintos rincones para estar en el candelabro y forzar las negociaciones o convencer a posibles patrocinadores.
Por cierto, ¿cuántos R5 correrán en 2017 en el Campeonato de España?, ¿quién va a correr con el Abarth?, se dice que…