Malcolm Wilson, director de M-Sport, ha evaluado la actuación de sus pilotos en el Rallye Montecarlo. ¿Qué nota les pone? Vamos a verlo.
Mads Ostberg volvía al volante de un Ford Fiesta RS WRC después de dos temporadas en Citroën. Y no lo hizo nada mal (teniendo en cuenta, además, que «estrenaba» copiloto, Ola Floene): fue cuarto. «Mads completó una prueba perfecta, exactamente lo que esperábamos. Éste no es un rallye que le guste, pero su madurez le ha permitido terminar con un buen resultado y con mucho más conocimiento en una época en la que tiene mucho que aprender. Ha encajado bien en el equipo. Como piloto, creo que ha crecido desde que estuvo con nosotros y ha traído algunas buenas ideas», declara a wrc.com. Así que podemos decir que su puntuación llega al notable alto. No está mal…
El segundo fichaje de la formación, Eric Camilli (28 años), no tuvo una actuación tan destacada. Impresionó con un buen crono en el cuarto tramo del viernes, pero abandonó justo después tras salirse en la misma curva que trajo «problemas» (ejem) a Robert Kubica, Hayden Paddon y Elfyn Evans. «Para Eric fue agridulce. No es frecuente tener un accidente provocado por ir demasiado lento. Estaba siendo muy cauto en la nieve y cuando aceleró, pagó un precio muy elevado. Fue un error de novato y no creo que vuelva a hacerlo. Es una lástima, porque no pudo ganar experiencia, pero el potencial está ahí para que todos lo vean, como hizo en la cuarta especial, donde fue el quinto más rápido… y en su primera carrera con un WRC. Me complace ver el rendimiento que será capaz de demostrar». Vamos, aprobado por los pelos con un «necesita mejorar» al margen. Ya sabemos cómo las gasta Malcolm…