Después de años acostumbrado a un GT, a su particular forma de conducción -a la que no todos los pilotos que se subieron a uno de estos vehículos logró adaptarse- a su desbordante potencia… toca cambiar. Que Sergio Vallejo y el Porsche 911 GT3 Cup ya parecían un ente indisoluble es algo que seguro más de uno tenía claro. Pero los tiempos cambian y tras varias temporadas dominando el panorama nacional, la RFEdeA, en un intento de igualar prestaciones con otras categorías, ha decidido restringir la entrada de aire en los GT, provocando una desbandada general, salvo en el caso de un Pedro Burgo que se ha quedado compuesto y con dos Porsche.
Muchos esperaron como agua de mayo lo que ya era un secreto a voces, que Sergio Vallejo se pasaba a los R5 y que lo hacía con un Citroën DS3, con el paraguas del potente equipo portugués Sport&You: representante en la península ibérica del departamento Citroën Racing.
Celorico de Basto es una localidad cercana a la conocida Fafe. No hacen falta muchas más presentaciones al respecto. Pares donde te pares para preguntar si alguien sabe dónde están siendo los tests de un equipo de rallyes, cualquier paisano te señala sin pestañear al menos un par o tres de pistas de tierra que hay en los montes circundantes… el WRC ha marcado el ADN de mucha de esta gente. Pero claro, aquello va de asfalto…
–ah! pista de alcatrão!– te contestan sin pensarlo antes de señalarte una capilla y un pequeño parque eólico que hay unos metros más arriba de donde nos encontramos.
Hace sol… y un frío que corta, y en ese ambiente Sergio Vallejo, en esta ocasión acompañado por Álvaro Louro, completa una mañana de pasadas a una variante del tramo de test que utiliza una pista más rápida que la de la jornada anterior. Las sensaciones se contraponen, algo lógico cuando después de muchos años de relación con un Porsche, el piloto cambia radicalmente de planteamiento. Obviamente el R5 ni tiene la caballería ni el punch del GT, pero en cambio juega con la baza de la tracción total y un bastidor que permite llegar a límites muy altos. Para el piloto gallego «está claro que nos va a tocar adaptarnos al coche; más yo al coche que el coche a mí. Ahora estamos haciendo ajustes, probando cosas, sobre todo en cuanto a suspensión»… por cierto, un par de mecánicos -el inseparable José Calvar entre ellos- la cambian en un suspiro.
Queremos saber más, pero de momento Sergio está en ese punto de introspección en el que habla poco y piensa mucho, quizás buscando convertir las sensaciones en cambios en el set up. Aún así logramos arrancarle alguna valoración más. «Evidentemente hay diferencias con respecto al Porsche. Con el R5 las rectas se hacen más largas, pero también es verdad que se mejora muchísimo la tracción y el paso por curva, pudiendo ir mucho más atacado que con el GT».
Entre idas, vueltas y pruebas con el control de salida parece que la sensación es de que hay un punto intermedio donde convergen las curvas de velocidad y efectividad. Pasado ese punto no se exceden los límites del coche -deben estar lejos de narices- pero sí empeoran los tiempos. En cualquier caso, cuestiones que se irán puliendo de aquí al inicio de la temporada peninsular para este equipo.
Para Sergio Vallejo la temporada se dividirá en dos partes. Ausente en las dos citas canarias, las cuatro siguientes antes del largo parón de verano (Sierra Morena, Ferrol, Cantabria y Ourense) serán determinantes. El objetivo será de ir de menos a más, progresando, y a partir de ahí replantearse cómo afrontar el resto del año en función de si hay o no opciones de título.