Era el título de un disco de Siniestro Total de 1984, en plena época de la Movida, toda una frase lapidaria y definitoria que ahora viene a mi cabeza al pensar en la temporada 2007.
Parece que los vientos vuelven a soplar con fuerza y en la dirección adecuada en todos lados, menos en España. Cada día hay una noticia de una marca que toma interés por volver al Mundial o desarrollar un Super 2000 o un R3, pero ese entusiasmo no parece existir aquí.
Aún hay muy pocas cosas confirmadas oficialmente, pero parece que los primeros espadas del Nacional huyen hacia otros Campeonatos y el IRC parece el destino elegido por ellos, las marcas desaparecen y si este año al menos teníamos un equipo oficial, es muy probable que en 2007 no tengamos ninguno.
La clasificación final de los rallyes, bien podría ser la misma del Grupo N o de la Evo Cup y es que el Mitsubishi Lancer parece la salida a los que se quedan.
Mientras en Portugal, recuperan la prueba del Mundial, Peugeot tendrá un 207 Super 2000 para Bruno Magalhães, Fiat contará con un Grande Punto Super 2000 para José Pedro Fontes, Antonio Rodrigues busca el presupuesto para correr con un Corolla Super 2000 y a todo eso habrá que añadir los habituales Super1600, Evos e Imprezas.
Está claro, menos mal que nos queda Portugal, habrá que ir a sus pruebas, aunque sea en bicicleta, como Siniestro Total.