El podio de Sebastien Ogier demostró que su estrategia en el Rallye de Polonia, tachada de conservadora, era la correcta, dice él… defendiéndose de ciertos ataques a su postura. Aunque cuando eres cuatro veces campeón del Mundo, deberías estar por encima de estas cosas: es tu decisión y vas adelante con ella.
Ogier abría pista en la primera jornada, por lo que se enfrentó a las condiciones embarradas de los tramos y terminó el día a medio minuto del líder, recuerda wrc.com. El sábado, dos pinchazos, un trompo y un problema intermitente con el alternador retrasaron su avance.
Pero el domingo, su cuarta plaza se convertía en tercera tras el abandono de Ott Tanak, su compañero de equipo. El segundo puesto en el Power Stage añadió otro cuatro puntos a su renta.
“Fue un rallye complicado, pero la impresión general es buena; hemos salvado la máxima cantidad de tantos que hemos podido. Nunca he sido un kamikaze al volante. Confío en mis sensaciones por encima de todo y no tiendo a forzar las cosas si no veo que estoy al 100%. En estas especiales estrechas y embarradas, no me atreví a tomar riesgos adicionales para conseguir una velocidad óptima”, explica el francés.
“El resultado final muestra que no fue una mala decisión. Exponernos más no habría sido suficiente para hacernos con la victoria, en parte debido a la desventaja de ser el primero en los tramos de la etapa inicial y también por los pequeños problemas que sufrimos. Nunca podemos decir que un fin de semana es positivo cuando se reduce el liderato (Thierry Neuville, ganador en Polonia, está a sólo 11 puntos), pero no está tan mal. Dos de los cuatro contendientes por el título se han alejado y la competición se ha clarificado”, explica. Eso sí es saber leer un rallye, amigos. Los expertos son los expertos.