La pelea por el título de Pilotos está más cerrada de lo esperado tras la victoria de Ott Tanak en el Rallye de Cerdeña. Y Ogier, Sebastien Ogier, acostumbrado a mayores facilidades, lo sabe. Por eso ha admitido que cada vez son más importantes unos puntos que se venden muy caros… y que en la prueba italiana no fue capaz de realizar la actuación que planeaba, recoge wrc.com.
Para empezar, el orden de salida le perjudicó, pues afrontaba los tramos en primer lugar, ‘limpiándolos’ para los demás. Hablamos de las especiales, quizá, más complicadas del calendario. Un pinchazo el sábado empeoró las cosas, así que el quinto puesto final y el tercer mejor crono en el Power Stage es algo con lo que debería estar medianamente satisfecho. Pero lo cierto es que sale de Cerdeña con 13 tantos, su puntuación más baja en las siete pruebas disputadas hasta ahora.
“Teniendo en cuenta nuestra posición como líderes del Campeonato, esperábamos que Cerdeña fuera difícil… y así fue. Aunque, viendo las condiciones de los tramos y la forma en la que se desarrolló el fin de semana, podemos estar contentos”, ha asegurado.
Ogier conserva su ventaja en la tabla, pero el margen sobre Thierry Neuville, segundo clasificado, se ha estrechado. Tanak y Jari-Matti Latvala han dado un salto hacia delante y apenas 34 puntos separan a los cuatro pilotos, cuando sólo quedan seis eventos para que finalice el certamen.
“La brecha se ha cerrado un poco más y el título, seguramente, estará entre nosotros cuatro. Con pequeñas diferencias, cada tanto es importante. Tenemos que seguir trabajando, porque en los últimos tres rallyes nuestra actuación ha sido ascendente y descendente, pero es muy positivo liderar el Campeonato a mitad de temporada y con una ventaja de 18 puntos. Toca seguir defendiendo esa posición a toda costa”, asegura. Y, tratándose de Ogier, lo va a cumplir a rajatabla.