A Sebastien Ogier no le gustaría retrasar la batalla por el título de Pilotos en el WRC 2017 más allá del Rallye de Gales, aseguran en Autosport. Es lógico: sabe, como todos, que abrir los tramos australes, afrontarlos en primer lugar, constituye un serio hándicap.
“El error de Thierry Neuville en Cataluña (donde abandonó) ha cambiado completamente el escenario y hemos sido capaces de distanciarnos aún más en la clasificación… No me gustaría ir a Australia teniendo esta lucha por resolver. Limpiar las pistas allí es muy malo; pelear en esas condiciones no sería bueno”, explica.
En principio, existen posibilidades de hacerse con la que sería su quinta corona antes de trasladarse al hemisferio sur: debería terminar la próxima prueba de la temporada con 30 puntos de ventaja sobre Ott Tanak y 31 sobre Neuville. Una victoria en Gales (la quinta consecutiva allí para el francés) le garantizaría el título, convirtiéndose en el tercer piloto en la Historia que ha ganado el certamen al volante de vehículos de diferentes marcas (Volkswagen y Ford). Walter Rohrl lo hizo con Fiat y Opel, mientras que Juha Kankkunen lo consiguió con Lancia, Peugeot y Toyota.