Como recordarás, Sebastien Ogier se unió a M-Sport a finales del año pasado, cuando Volkswagen anunció que no continuaría en el Mundial de Rallyes, rememoran en Autosport. Ha ganado en Montecarlo y Portugal y lidera el WRC 2017, con 18 puntos de ventaja sobre Thierry Neuville. Pero ya piensa en su futuro. Quiere seguir en el campeonato el año que viene, aunque no a cualquier precio.
“No es un secreto que deseo estar aquí, pero en buenas condiciones. No es que ahora sean malas, ni mucho menos, pero a largo plazo sé que M-Sport no tendrá los recursos suficientes para competir contra los equipos oficiales. Al mismo tiempo, me gusta la estabilidad, por eso me encantaría que Ford finalmente aceptara respaldarnos. Creo que me quedaría si la marca viniera. Sería mi primera opción, aunque, naturalmente, estoy trabajando en otras. No puedo esperar a octubre o noviembre, como en 2016”, anuncia el francés a la web británica.
Es decir, que Ogier ya ha empezado a moverse para encontrar otro equipo, por si acaso. Malcolm Wilson, jefe de M-Sport, lo sabe y quiere retenerlo, por eso está buscando financiación, aunque es complicado. Al parecer, si no llega Ford, el presupuesto podría venir de otro patrocinador principal, pero el problema es el dinero, como de costumbre (aunque nadie pronuncia esa palabra tan fea).
Wilson dice que ya han hecho un gran esfuerzo este año para que Ogier esté en su escuadra y que será imposible mantenerlo otra temporada si no aparece un sponsor fuerte. El futuro de su formación, con una larga trayectoria en el WRC, está en juego: sería “financieramente irresponsable”, según el propio Wilson, que Ogier pilotara para ellos en 2018 en las mismas condiciones que ahora. Así que está intentando reunir más pasta (evidentemente y de nuevo, tampoco lo afirma así).
Mientras tanto, ¿qué dice Ford? Básicamente, que están muy implicados con el equipo y que nos dediquemos a disfrutar de lo que se está haciendo bien, sin discutir sobre cuestiones económicas. Elegantísimos, sí señor…