Sebastien Ogier ha dado su opinión sobre los pilotos a los que habrá que tener en cuenta en el Rallye de Gales. Y sus nombres son… Kris Meeke y Elfyn Evans, recoge autosport.com. Vale, el francés no se ha vuelto loco pensando; se trata de «los locales». Pero si el campeón del mundo lo dice, por algo será.
Para empezar, Meeke y Evans terminaron sexto y quinto, respectivamente, el año pasado en esta prueba. Pero en 2015 llegan «a casa» con la moral subida: el piloto de Citroën ha logrado su primera victoria en el Mundial (en Argentina) y el de M-Sport ha conseguido el mejor resultado de su carrera en la máxima categoría de la disciplina con su segundo puesto en Córcega este año. Ogier los ve como una amenaza: «Elfyn tendrá motivación extra al correr ante su público, por lo que podemos esperar que intente una gran actuación. Y todos sabemos que Kris es capaz de ir muy deprisa en muchas citas. Ambos serán un poco más aplaudidos por los aficionados y contarán con ese empujón», comenta el galo a la web británica.
Ogier se ha apresurado a señalar que las normas para los entrenamientos impiden que un piloto conozca mejor las carreteras que sus rivales. «Cuando no había reconocimientos en el Rallye de Gales, su mayor experiencia sobre el terreno podría haberles ayudado, pero creo que éste no es el caso actualmente. Las reglas son iguales para todos y venimos aquí una vez al año», explica.
Curiosamente, ni Meeke ni Evans se señalan a ellos mismos como ganadores; apuntan a… Ogier. Y a su ventaja por abrir los tramos (alguna vez había de sacar provecho de esta norma, ejem…): «El primero es el único puesto en el que se pueden afrontar las especiales en Gales. Si sales tercero, creo que estás perdido, ya que sólo vas a encontrar más y más barro. Pero seamos honestos: Ogier ya ha tenido su ración de limpiar la carretera para los demás este año, así que no vamos a acusarle por contar con una posición buena esta vez», asegura Meeke.
Por su parte, el piloto de VW -que busca una tercera victoria en esta prueba- admite que su relación con el Rallye de Gales ha cambiado con el paso de los años. Empezó muy bien, liderando la cita en 2008 (cuando debutó con un WRC), pero pronto tuvo que acostumbrarse a las particularidades de este evento. «La primera vez, desde luego, fue sorprendente estar al frente de la carrera, pero las condiciones eran muy difíciles. Necesitas experiencia aquí para saber ‘leer’ el agarre, que cambia muchísimo: cuando estás bajo los árboles es muy diferente a cuando estás en zonas abiertas… Pero sabes que la superficie resbala siempre. Solía ser un rallye complicado que no me gustaba, pero he ganado las dos últimas ediciones y ahora sí me gusta», añade.